martes, 25 de octubre de 2016

El Pueblo pa' la Asamblea



Omar Gómez
Lo ocurrido el pasado domingo 23 de octubre en la Asamblea Nacional quedará registrado como un hecho histórico que no tiene ningún tipo de comparación a lo largo de nuestra vida republicana. Ni siquiera se le puede comparar con aquel 24 de enero de 1848, cuando el pueblo invadió el Congreso, sin ningún tipo de conciencia política, azuzado por quienes querían evitar que se enjuiciara al entonces Presidente Monagas,  y con una violencia tal que costó la vida de insignes venezolanos, como el caso de Santos Michelena.

Venezuela ha tenido, desde que se separó de la Gran Colombia, un Gobierno Presidencialista. Los experimentos que se hicieron de tener Gobiernos Colectivos, tales como los triunviratos o las Juntas civiles o militares, siempre desaparecieron ante la presencia de un líder o caudillo que en su momento tomó el control, volviendo a la figura que ha caracterizado a nuestra República.

Como un error más es que se puede interpretar lo que intentó hacer la Derecha el pasado 23 de octubre.  Creyeron que copiando lo ocurrido en Brasil, en Honduras o en Paraguay, podían destituir al Presidente, y de un zarpazo cambiar al TSJ y al CNE, cual Carmona Estanga. Si bien su estrategia está dirigida a la Prensa mundial de manera de influir en los organismos internacionales y poder legitimar el discurso imperial de la "amenaza inusual y extraordinaria", en Venezuela solo busca dar argumentos a los violentos, a los guarimberos y al fascismo en general. La Derecha al parecer no se ha enterado de que somos un Gobierno Presidencialista, y que el Legislativo difícilmente puede tumbar al Presidente por simple capricho o intereses grupales.

El intento de la Derecha de querer destituir o destruir, los Poderes Ejecutivos, Legislativo y Electoral, refuerza el argumento dado por muchos quienes dicen que  no hay un conflicto de poderes sino un poder en conflicto con los demás. Esta afirmación, por demás cierta, demuestra además que el Poder Legislativo no está Legislando y que solo es un frente más de la Guerra que el Imperio desarrolla contra la Revolución. El frente legislativo se une al comunicacional, al económico, al internacional y al ideológico para que en una estrategia envolvente se pueda derrocar al Gobierno del Presidente Maduro.

Pero volviendo al principio, hay que destacar los siguientes aspectos, que han pasado por debajo de la mesa en medios de la derecha y en algunos de los nuestros. En primer lugar, el pueblo asistió sin convocatoria, funcionaron las redes sociales y mensajes que se encargaron de anunciar lo que pretendía hacer la Derecha. En segundo lugar, el pueblo irrumpió con firmeza, pero pacíficamente, a las instalaciones de la Asamblea. En tercer lugar, con una claridad política, el pueblo espontáneamente manifestó su voluntad de respaldo al Presidente Maduro y a la Revolución y luego de haber dado su mensaje, se retiró en paz y sin agredir a nadie. Solo el fascismo se hizo presente cuando agredieron con violencia a varios camaradas que salieron heridos. Del lado de ellos no hubo ningún herido.

Estos tres aspectos que se acaban de mencionar tienen que ser estudiados muy detenidamente por la Derecha, porque detrás de ellos está el germen de la irreversibilidad de la Revolución, está la presencia del pensamiento revolucionario del Comandante Chávez y está la herencia libertaria de nuestros próceres que en momentos de crisis se crecieron ante las dificultades.

Que no se equivoque el Imperio ni la Derecha entreguista y traicionera, aquí hay un pueblo organizado, consciente y decidido a defender la Revolución.

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