lunes, 31 de octubre de 2016

La Política Automotriz y la Gaceta 38.800



Omar Gómez
El 31 de octubre de 2007, hace 9 años, se publicó en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela un decreto que terminó llamándose popularmente la nueva "Política Automotriz". Dicho instrumento fue en su momento un logro del Gobierno por encima de las grandes ensambladoras. Recordamos quienes estuvimos en la elaboración del mismo, cómo al momento de discutir cada uno de los principios de la Política, aparecían luego titulares de prensa en donde los que la adversaban cuestionaban lo que se discutía. Esto era la demostración palpable de cómo las transnacionales tenían penetrado el entonces Ministerio de Industrias, en donde lo que se discutía internamente era sabido casi de manera inmediata por las transnacionales.

El decreto tuvo una serie de virtudes que es conveniente resaltar, pero en donde destaca el carácter nacionalista y de protección para el usuario y para la verdadera industria nacional. Era la primera vez que a nivel regional se escribía una política sin la injerencia de las transnacionales. Esto tenía una importancia fundamental por ser el sector en donde se daba la mayor fuga de divisas.

Los principales aspectos que tenía la Política Automotriz eran:
1.- Se establecía una Licencia de Importación para poder traer vehículos al país. Para esto el Gobierno, conociendo con anterioridad los planes de producción y de importación establecía licencias para aquellos vehículos que no se producían en el país, privilegiando siempre la producción nacional. Además, establecía los llamados vehículos de lujo para los cuales se destinaban las mayores cargas impositivas.
2.- Se prohibía de manera expresa la importación de vehículos usados, evitando convertir a Venezuela en un vertedero de chatarra de los países industrializados.
3.- Se establecía una metodología para el desarrollo de ensambladoras en el país, con tiempos muy precisos para los procesos de incorporación de partes nacionales y de desarrollo de sectores conexos como el plástico, el textil, metalúrgico, y otros.
4.- Se establecía como meta a cumplir, que en seis años (2013) se llegara al 50% de fabricación de partes y piezas en el país, incluso se decretaba la obligatoriedad, a partir de enero de 2010, de ensamblar los motores en el país.
5.- Se obligaba a las empresas a informar a los usuarios, a través de sistemas informáticos, la disponibilidad de repuestos y su ubicación en los puntos más cercanos al domicilio de estos.

Como se puede deducir de estos puntos, la política tenía, en medio de un momento en que había abundancia de divisas en el país, una serie de aspectos positivos que podía convertir al sector en un polo del desarrollo industrial en el país. Sin embargo, la política fracasó, hasta el punto de que hoy en día no se llega ni siquiera a los niveles de incorporación de partes existentes para el año 2007 (30%), ni se ensamblan motores en el país, ni se cumple formalmente con el proceso global, como política industrial, de asignación de Licencias.

Varios aspectos contribuyeron al fracaso de esta política:
1.- Un cambio a nivel de ministro, pocos meses después de decretada la política, asumiendo un personaje que nada sabía del desarrollo industrial ni del sector automotriz y que al contrario, implementó un política de persecución, en medio de las más fantásticas teorías conspirativas de este gris personaje de la política nacional. El resultado fue un fracaso en la aplicación y seguimiento de la Política Automotriz.
2.- Haber convertido las Licencias de Importación en un instrumento comercial y no de Política Industrial como había sido concebido, dejando de lado las estrategias establecidas para desarrollar a la Industria.
3.- Las maniobras de las grandes transnacionales que en todo momento torpedearon y sabotearon la aplicación de esta política. Entre ellas resalta el sabotaje que hicieron al sector de empresas fabricantes de partes y piezas, y cómo algunas de ellas fueron obligadas a trasladarse fuera del país, mientras quebraban a otras. No hubo la respuesta adecuada por parte del Gobierno, que ante esta situación se dejó burlar por estas empresas y por funcionarios que desconocían la realidad del sector y otros por estar involucrados en temas de corrupción.
4.- Las posteriores caídas en los precios del petróleo y el desfalco ocurrido con empresas de maletín, que generaron importantes pérdidas en divisas, siendo cada vez más difícil recuperar al sector. Es importante destacar que en el año 2007, cuando se promulga la política, fue el año de mayor producción nacional de vehículos en todo el período de la Revolución y el segundo mayor desde la década de los años 70. En total se produjeron 172.418 vehículos.

En la actualidad esta política es letra muerta. El Gobierno de nuestro Presidente Maduro quiso, a inicios de esta año, hacer importantes esfuerzos por recuperar este sector, sin embargo, producto de una mala asesoría, lo llevaron a anunciar metas que, para los conocedores del sector, eran irreales. Decir que este año se iban a producir más de 150.000 vehículos fue una irresponsabilidad, no del Presidente, sino de quienes le asesoraron. Pero también fue una irresponsabilidad de los empresarios que no se pronunciaron y dejaron que esto se dijera. Como datos podemos decir que en el año 2014 se produjeron 19.759 vehículos, en el 2015 18.300 y en lo que va de año pasan de 2.300, teniendo una expectativa de cerrar el año con algo menos de 3.000 vehículos, una cifra muy por debajo de los más de 170.000 del año 2007 y de los 150.000 anunciados por el Presidente Maduro. Es importante recalcar que se está hablando de producción de vehículos, en ningún momento se habla de vehículos importados. Por otro lado, las cifras son de CAVENEZ y no incluye ni a Chery ni a Venirauto, entre otros fabricantes del Gobierno.

La Revolución debe aprender de las experiencias que ha tenido, no debemos repetir los errores del pasado, debemos darle continuidad y seguimiento a las políticas que desarrollemos para el mediano y largo plazo, pero sobre todo, debemos velar por la rectitud, conocimiento y la moral de quienes llevan adelante los asuntos públicos. De esta manera vamos a ser consecuentes con el legado de nuestro Comandante, dando la mejor contribución al Gobierno de nuestro Presidente Obrero y Chavista, Nicolás Maduro.

jueves, 27 de octubre de 2016

Hablando idiomas diferentes (sobre Rodríguez Torres, Marea y Nícmer)



Omar Gómez
Cuando a finales de abril del 2016 la Derecha venezolana comenzó el proceso de recolección de firmas, fuimos muchos los que nos sentimos alegres de que por fin los opositores entraran por el aro de la Democracia y la Constitución. Aunque ya se sabía que los tiempos no les iban a dar para que el referendo se convocara este año 2016, sin embargo, aceptar las reglas del juego democrático era en si una ganancia. Esta alegría duró poco.

Con jactancia, y aun embriagados por la victoria del pasado 6 de diciembre de 2015,  la oposición anunció que recogían más de tres millones de firmas, que iban a sobrepasar todas las expectativas y que iban a dar una demostración contundente del rechazo al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Sinceramente pensamos que podían recoger mucho más del 1% de las firmas necesarias. Sin embargo, el resultado fue sorprendente y hasta inexplicable. La oposición terminó entregando solo 407.622. Pero al hacer la revisión de las mismas se encontraron casi once mil personas fallecidas (antes de firmar),  más de tres mil menores firmantes, más de mil inhabilitados por haber cometido delitos de narcotráfico y homicidios. Hasta un funesto personaje como "el picure" aparecía firmando. Para rematar, existen más de 8.300 denuncias sobre el proceso de recolección de firmas por uso fraudulento de identidad.

La pregunta es ¿si tienen tanta gente como para haber ganado las elecciones parlamentarias, por qué no recogieron las firmas de manera legal? Ahora el argumento de la MUD es que se continúe con el proceso de recolección del 20% ya que hay suficientes firmas del 1%, y que se ignore las que son ilegales.   Semejante exabrupto, propio de la oposición que tenemos en Venezuela, podría solo ratificar su desfachatez harto conocida. El problema es que varios grupos y personales, supuestamente "progresistas" o que incluso se dicen "chavistas" concuerden con tan burdo argumento.

Por ejemplo, el exministro Rodríguez Torres ha señalado que “Cerrar las puertas a la democracia es abrirlas a la violencia, el referéndum es una alternativa". Es decir, denunciar el fraude es cerrar las puertas a la democracia. Otro caso es el del grupo Marea Socialista, quien de boca de su Coordinador Nacional señala que "la Mesa de la Unidad Democrática, debería insistir en agotar las vías para que se retome el proceso del revocatorio". Al extremo llega incluso otro personaje, el Sr. Nícmer Evans, cuando dice que la Democracia Participativa murió el 20 de octubre de 2016 (día en que se suspendió la continuación del Referéndum).

Tales personajes de la "izquierda", junto con muchísimos otros que se pronuncian a diario, le hacen el juego a la Derecha cuando insisten en el derecho al Referéndum Revocatorio, pero ignoran y mienten sobre el entorno. Veamos los hechos:

1.- El Gobierno, las Instituciones y el PSUV defienden la figura del Referéndum Revocatorio por ser ejemplo de máxima democracia, por estar contemplada en la Constitución Nacional y porque fue una propuesta de la izquierda refrendada por el propio Comandante Chávez.
2.- Existe un grueso de la población que no quiere al Presidente Maduro, ellos tienen el derecho de activar la figura del Referéndum Revocatorio. Nadie niega ese derecho, como tampoco nadie debería negar el derecho de quienes no quieren que su mandato sea revocado y que también constituye un sector importante del país. Son los votos los que deciden, y no la embajada gringa ni sus tarifados.
3.- Ni el Gobierno, ni las instituciones, ni el PSUV quieren revocar el mandato del Presidente Maduro, por lo tanto que no sean ellos quienes lo activen. El trabajo de organizarlo y activarlo es de la oposición.
4.- Si se va a activar el Referéndum Revocatorio, se supone que debe hacerse por la vía legal, cumpliendo con todos los pasos y sin hacer trampas, falsificaciones, usurpaciones o ilegalidades. Tanto el TSJ como el CNE son los observadores y garantes de que el proceso transite el camino de la legalidad.

Estos cuatro hechos, son interesadamente obviados o ignorados por esos supuestos dirigentes de "izquierda" que ahora se presentan "chavistas" pero que quieren la salida del Presidente Maduro. Con "chavistas" así, el pueblo no se anota porque hablan idiomas diferentes.

En el pueblo la figura del Comandante Chávez es sagrada, su pensamiento es ideología actual y su práctica es inspiración de los revolucionarios. Recordando al Comandante, nuestra opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es la de respaldar al Presidente Obrero Nicolás Maduro, al Partido de la Revolución, el PSUV, y a la Revolución.

martes, 25 de octubre de 2016

El Pueblo pa' la Asamblea



Omar Gómez
Lo ocurrido el pasado domingo 23 de octubre en la Asamblea Nacional quedará registrado como un hecho histórico que no tiene ningún tipo de comparación a lo largo de nuestra vida republicana. Ni siquiera se le puede comparar con aquel 24 de enero de 1848, cuando el pueblo invadió el Congreso, sin ningún tipo de conciencia política, azuzado por quienes querían evitar que se enjuiciara al entonces Presidente Monagas,  y con una violencia tal que costó la vida de insignes venezolanos, como el caso de Santos Michelena.

Venezuela ha tenido, desde que se separó de la Gran Colombia, un Gobierno Presidencialista. Los experimentos que se hicieron de tener Gobiernos Colectivos, tales como los triunviratos o las Juntas civiles o militares, siempre desaparecieron ante la presencia de un líder o caudillo que en su momento tomó el control, volviendo a la figura que ha caracterizado a nuestra República.

Como un error más es que se puede interpretar lo que intentó hacer la Derecha el pasado 23 de octubre.  Creyeron que copiando lo ocurrido en Brasil, en Honduras o en Paraguay, podían destituir al Presidente, y de un zarpazo cambiar al TSJ y al CNE, cual Carmona Estanga. Si bien su estrategia está dirigida a la Prensa mundial de manera de influir en los organismos internacionales y poder legitimar el discurso imperial de la "amenaza inusual y extraordinaria", en Venezuela solo busca dar argumentos a los violentos, a los guarimberos y al fascismo en general. La Derecha al parecer no se ha enterado de que somos un Gobierno Presidencialista, y que el Legislativo difícilmente puede tumbar al Presidente por simple capricho o intereses grupales.

El intento de la Derecha de querer destituir o destruir, los Poderes Ejecutivos, Legislativo y Electoral, refuerza el argumento dado por muchos quienes dicen que  no hay un conflicto de poderes sino un poder en conflicto con los demás. Esta afirmación, por demás cierta, demuestra además que el Poder Legislativo no está Legislando y que solo es un frente más de la Guerra que el Imperio desarrolla contra la Revolución. El frente legislativo se une al comunicacional, al económico, al internacional y al ideológico para que en una estrategia envolvente se pueda derrocar al Gobierno del Presidente Maduro.

Pero volviendo al principio, hay que destacar los siguientes aspectos, que han pasado por debajo de la mesa en medios de la derecha y en algunos de los nuestros. En primer lugar, el pueblo asistió sin convocatoria, funcionaron las redes sociales y mensajes que se encargaron de anunciar lo que pretendía hacer la Derecha. En segundo lugar, el pueblo irrumpió con firmeza, pero pacíficamente, a las instalaciones de la Asamblea. En tercer lugar, con una claridad política, el pueblo espontáneamente manifestó su voluntad de respaldo al Presidente Maduro y a la Revolución y luego de haber dado su mensaje, se retiró en paz y sin agredir a nadie. Solo el fascismo se hizo presente cuando agredieron con violencia a varios camaradas que salieron heridos. Del lado de ellos no hubo ningún herido.

Estos tres aspectos que se acaban de mencionar tienen que ser estudiados muy detenidamente por la Derecha, porque detrás de ellos está el germen de la irreversibilidad de la Revolución, está la presencia del pensamiento revolucionario del Comandante Chávez y está la herencia libertaria de nuestros próceres que en momentos de crisis se crecieron ante las dificultades.

Que no se equivoque el Imperio ni la Derecha entreguista y traicionera, aquí hay un pueblo organizado, consciente y decidido a defender la Revolución.

Aquí es donde quiero estar



Reinaldo Iturriza
Si estuviera a punto de estallar aquí la tercera guerra mundial, no importa, éste es el lugar donde me gustaría estar.

 Si me dijeran que nos van a azotar más plagas de las que ya nos han azotado, más que las que ahora mismo nos azotan, igual, éste es el lugar donde me gustaría estar.

Si estuviéramos condenados a más privaciones, a más humillaciones, éste es el lugar donde me gustaría estar.

 A pesar de todo el escándalo de quienes escupen estas tierras y maldicen el día en que nacieron o el tiempo que vivieron aquí, éste es el lugar donde me gustaría estar.

 No sé dónde estaré mañana. No sé si, obligado por las circunstancias, deba marchar y establecerme, mientras tanto, en otra parte. Pero si me dan a elegir, éste es el lugar donde me gustaría estar. ...

Y si no pudiera elegir, con mucha más razón: éste es el lugar donde me gustaría estar.

No apelaré al lugar común de nuestro encantador gentilicio o al del encanto de nuestras bellezas naturales: los he visto despreciar a nuestros iguales en perfecto venezolano y ofrecer en venta al mismo país-almanaque que les arranca lágrimas de cocodrilo. Aquí es donde me gustaría estar porque aquí aprendí a reír y a llorar con los que menos tienen.

 Me gusta mi patria, la amo perdidamente, porque se atrevió a ser más humana, a jugársela por los más jodidos. Aquí me siento no más venezolano, sino más hombre. Aquí me siento parte de este mundo.

No quiero tener que vivir más nunca en aquella realidad paralela donde sólo importa mi beneficio personal y, a lo sumo, el de mi minúsculo entorno. Aquella realidad está poniendo en riesgo la vida en este planeta. En ella me siento extraño, ajeno, extranjero. Por eso, aquí y ahora, mañana y después de mañana, Venezuela es el lugar donde me gustaría estar.