jueves, 27 de agosto de 2015

Poder Popular y Socialismo



Omar Gómez

El papel fundamental del Poder Popular es ser el sujeto constructor del Socialismo en Venezuela. El Poder Popular a través de sus instrumentos tales como los Consejos Comunales y las Comunas deben asumir en lo concreto la Construcción del Socialismo, orientando al pueblo en el proceso de empoderamiento de toda la sociedad y desarrollando las nuevas relaciones que serán la base de esa nueva sociedad que construimos. La victoria del Pueblo venezolano en la Guerra Económica pasa, por ejemplo, por el papel activo que desarrolle el Poder Popular en dicha Guerra. Las comunas productivas deben aportar, junto al gran aparato productivo industrial que desarrolla el Estado, en el logro de la satisfacción real de las necesidades que tiene nuestra población. Es claro que el Capitalismo nos crea falsas necesidades, necesidades del mercado, con las cuales moldean nuestros hábitos, nuestros patrones de consumo, nuestros valores y hasta nuestra visión del mundo global. En la autopista del este, a la altura del distribuidor El Pulpo, hay un anuncio de una bebida gaseosa que dice "primero te creamos la sed, luego te la quitamos". Es la confesión más cruda y cínica del Capitalismo.

En el aspecto de la economía y la producción, el Socialismo se basa en tener una economía centralizada y altamente planificada que permita balancear y tomas las decisiones estratégicas acertadas que requiere la sociedad en su conjunto. Por tal razón junto con los Consejos Comunales y las Comunas debe haber un gran articulador que trascienda lo local y se ubique en la perspectiva de lo nacional. Es aquí en donde entra en juego el Consejo Presidencial para las Comunas. Allí debe centralizarse toda la información económica que permita dar orientaciones globales a la economía y a la planificación nacional, complementándose con la Industria nacional, tanto pública como privada.

Pero junto al tema económico está el tema cultural, en donde la construcción del Socialismo requiere, como lo decía el Ché, la formación del Hombre Nuevo. Para esto es importante que el Poder Popular, a través de sus instrumentos logre convertir cada espacio en una zona de paz, con los valores de la solidaridad y la cooperación como principios rectores, con la supremacía del bien colectivo por encima del bien individual, con nuevos esquemas y patrones de consumo que superen los creados por el capitalismo y que se redescubran nuestras raíces originarias y nuestra sabiduría milenaria. Ese poder para ser verdaderamente popular, está llamado a difundir y a construir el Socialismo en cada espacio, en cada Comuna, con el Plan de la Patria como guía fundamental y con las cinco revoluciones como orientación práctica. No es posible que en los actuales momentos tengamos venezolanos defendiendo las posturas de Uribe con respecto al cierre de nuestras fronteras, simplemente porque no tienen ni un ápice de patriotismo, ni siquiera de cultura general. El Poder Popular debe estar ahí, generando opinión y contrarrestando los juicios de la Derecha.  

Como bien decía nuestro comandante, somos un pueblo que se crece con las dificultades, por eso es el momento de que el Poder Popular asuma las tareas de lograr la producción masiva de nuestros bienes,  de crear nuevas relaciones de producción colaborativas, en propiciar el valor del trabajo como fundamental en el Socialismo, de organizar los intercambios justos y sobre todo en generar la voluntad de formarse, de conocer nuestra historia y de lograr la cooperación con nuestros hermanos regionales. Estos elementos nos pueden llevar a la irreversibilidad de nuestra Revolución constituyéndonos en el verdadero Poder hegemónico.

Actualmente vivimos el drama de que la Revolución detenta el Poder Político pero no es aún la clase Hegemónica, la que genera los valores dominantes y la que puede dictar pautas morales y éticas en nuestra sociedad. Es aquí en donde entra en juego el Partido de la Revolución, el PSUV, quien puede y debe impulsar, desde lo concreto, desde la base del Poder Popular la construcción del Socialismo venezolano, el Socialismo del Siglo XXI y derrotando la barbarie del Capitalismo. El PSUV debe propiciar la organización popular y la difusión  de nuestro mensaje socialista  que, incluso, convenza a esos más de cinco millones de desplazados colombianos que viven en Venezuela, huyendo del horror de la oligarquía colombiana pero que, sin embargo, condenan mayoritariamente al Gobierno Revolucionario que les ha dado casa, educación, salud y mejores condiciones generales de vida. Es tarea del PSUV politizar e ideologizar a esas grandes mayorías, de colombianos y venezolanos,  que actualmente se encuentran alienadas, engañadas,  confundidas y apoyando a sus verdugos.

jueves, 6 de agosto de 2015

Aportes del Comandante al Socialismo



Omar Gómez
@omarfgomez

El Socialismo del Siglo XXI es una construcción teórica que impulsó el sociólogo y analista político Heinz Dieterich a partir de 1996, es decir, antes de la Revolución Bolivariana. Cuando el Comandante asume la victoria de diciembre de 1998 se acerca a algunos de los planteamientos de Dieterich sobre todo lo relativo al tema de la Democracia y la Igualdad. Sin embargo, el Comandante pasó un tiempo conociendo, experimentando y asumiendo cambios que lo llevaron desde reivindicar la Tercera Vía hasta declararse Socialista y Antiimperialista. Esta evolución en su pensamiento, que fue radicalizándose con el tiempo lo llevó a elaborar una teoría y un planteamiento más avanzado: del Socialismo del Siglo XXI  se pasó a hablar del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. Esto fue un paso fundamental que dejó a Dieterich en el pasado y en el reformismo y llevó al Comandante a tomar un papel protagónico a nivel regional y mundial. Por eso, cuando declaró en el V Foro Social, en el 2005, las tesis del Socialismo Bolivariano, lo que hizo fue dar las pautas de un modelo originario, autóctono, bolivariano, indo-afroamericano e integracionista que tenía un verdadero carácter revolucionario y de confrontación directa con el Capitalismo.

Pero el Comandante Chávez no se quedó allí y fue avanzando en el pensamiento, en las ideas y en la acción revolucionaria haciendo los más grandes aportes en el modelo Socialista. Es así como se preocupó, infructuosamente, en llamar en el Primer Congreso Extraordinario del PSUV, en el 2009, a unificar las fuerzas de izquierda a nivel mundial, impulsando la propuesta de la V Internacional, siendo esta una tarea pendiente de los revolucionarios del mundo. El Comandante trabajó en la construcción exitosa del más poderoso partido socialista y marxista del continente preocupándose además por ideologizar y formar a sus militantes y reivindicar el carácter internacionalista de la Revolución.

El Comandante advirtió sobre la visión del Partido de la Revolución, por lo que citó al revolucionario Piotr Kropotkin cuando le reclamaba a Lenin sobre las desviaciones de la Revolución Soviética, en 1920. Chávez hacía suyas esas críticas y señalaba cómo debíamos evitarlas en el PSUV .

El Comandante reconoció también que los trabajadores deben ser la fuerza fundamental en la construcción del Estado Obrero y comprendió también que es desde la base, desde los Consejos Comunales, desde las Comunas, desde las Ciudades Comunales y sus Federaciones y Confederaciones que se puede construir la nueva sociedad. Ya en el 2011 el Comandante señalaba que uno de los objetivos en la construcción del socialismo era impulsar el Poder Popular para convertirlo en un conjunto de instituciones políticas, económicas y sociales que enfrentara los vicios heredados por el viejo Estado burocratizado y corrupto y pudiera conformar un nuevo orden político.

En su evolución del pensamiento, el Comandante avanzó, tanto en la teoría como en la Praxis, hablando de ese Estado Comunal y logrando prefigurar la sociedad ideal en donde contáramos con la mayor suma de Felicidad Social Posible. Por eso, declara ya en el año 2012 como consignas de la Revolución: Independencia o Nada, Comuna o Nada, hacia el Estado Comunal. Antes ya había expresado, citando a Rosa Luxemburgo, y luego quedando explícito en la Declaración de Principios del PSUV  del 2010, que “El Socialismo es la única salida para garantizar la existencia de la Humanidad”. O como dice Rosa “Socialismo o Barbarie”.

Esos han sido, entre muchos, los aportes al Socialismo Bolivariano del Siglo XXI por parte del Comandante: el Estado Comunal, la condena al Capitalismo, la reivindicación de nuestra Historia y Cultura, el mundo Multicéntrico y Pluripolar, el internacionalismo, pero sobre todo, incluso por encima del Partido su mayor aporte fue demostrar que el Amor como sentimiento de los revolucionarios es el que va a servir de motor en la construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.




miércoles, 5 de agosto de 2015

Tres años de asedio continuado

Bernardo Ancidey
 Venezuela sufre tres años de violencia continuada ejercida por la oposición. Si bien nunca el proceso bolivariano ha transcurrido por aguas tranquilas, desde la elección de Nicolás Maduro vive en "un golpe continuado". Durante los años 2014 y 2015, la oposición venezolana se ha tornado más violenta, causando la muerte de 43 venezolanos y 846 heridos durante los meses de febrero a junio del 2014. Esta inusitada violencia fue desatada desde abril de 2013 con el llamado que hizo el candidato de la oposición, luego de salir derrotado en las elecciones presidenciales. En esa oportunidad fueron 13 las personas asesinadas, todas identificadas con la Revolución Bolivariana.
La violencia criminal de la derecha ha dejado además, una secuela de centenares de heridos y cuantiosas pérdidas materiales a universidades, transporte público, metrobuses, mercados, sistema eléctrico y telefónico, módulos de salud y Centros de Diagnóstico Integral de la Misión Barrio Adentro, sedes del PSUV y del Consejo Nacional Electoral, medios de comunicación popular, oficinas públicas y privadas, envenenamiento de aguas potables e incluso, la quema y deforestación de calles, avenidas y parques. No podemos dejar de mencionar el sicariato en contra de dirigentes revolucionarios, obreros, campesinos y líderes políticos, destacándose entre estos últimos los cometidos en 2014 en contra del Diputado Robert Serra y del Concejal Eliécer Otaiza.
Fracasados las conspiraciones militares, el Golpe Mediático, el lockout petrolero y empresarial, el referendo revocatorio, los bloqueos parlamentarios, los intentos de enjuiciamiento presidencial, el aislamiento internacional, y la búsqueda de declaratoria de Venezuela como Estado Forajido para preparar una invasión desde el extranjero, ahora el imperio y sus secuaces, refinan sus técnicas de guerra de cuarta generación. El imperialismo, derrotado sistemáticamente en todas sus intentonas pasadas y sin reconocer sus fracasos, trata por medio más refinados de frenar el proceso revolucionario venezolano y latinoamericano. Mientras tanto, continúa ensayando las mismas técnicas de debilitamiento al Estado, usadas en Venezuela, una y otra vez en Brasil, Argentina, Bolivia y ahora en Ecuador.
En Venezuela, donde la lucha latinoamericana del siglo XXI se ha profundizado, surge una reciente modalidad de asedio, a través de una mezcla anti-obrera de especulación, manipulación cambiaria, acaparamiento y "bachaqueo", con paramilitarismo de origen colombiano disfrazado de delincuencia común, más la permanente y continuada campaña de rumores y de "ollas mediáticas", montadas desde el eje Miami-Madrid-Bogotá.
Esta asedio y la continuada violencia política, es sistemáticamente ignorada o tergiversada por los monopolios mediáticos del imperialismo, presentándola como originada por el Gobierno de Nicolás Maduro. Tal ha sido la magnitud de la operación de engaño, que hasta el propio Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, ha sido utilizado al dar por ciertos los reclamos de la derecha acerca de una fantasiosa persecución política por parte del Gobierno, mientras desoye el clamor del Comité de Víctimas de las Guarimbas, auténtico representante del dolor popular causado por la oposición fascista venezolana. Cinismo similar se despliega cuando frente a las acciones de legítima defensa de Venezuela en contra del paramilitarismo, salen los que nunca se preocuparon por defender al pueblo de los desmanes de los Gobiernos de la Cuarta República, a romper lanzas en una supuesta defensa de los derechos humanos. Tamaña hipocresía manipuladora solo es comparable con las declaraciones del Departamento de Estado de los EEUU, cuando condena la supuesta violación de los derechos humanos en un país considerado enemigo, mientras que ignora sus propias violaciones o la de sus aliados, reales y muchos más graves.
Las próximas elecciones parlamentarias son claves. El chavismo acaba de mostrar su fuerza electoral en las recientes primarias, movilizando casi tres millones y medio de personas en medio de un escenario difícil de guerra económica. Por su parte, el paramilitarismo mostró su poder de fuego y organizativo, al impedir el derecho al voto en una barriada popular de Caracas, enfrentándose a un contingente de 80 hombres de tropa profesional. La derecha ya sabe que no tiene el triunfo garantizado y por tanto ve esfumarse su estrategia de golpe parlamentario al estilo de Honduras o Paraguay. De allí que comience a mover su estrategia hacia el uso simultáneo de la amenaza paramilitar para lograr la inhabilitación de centros de votación de tradicional mayoría chavista, agudizar la guerra económica de aquí a diciembre, y prepararse, al igual que en 2013, para desconocer los resultados y desatar la violencia.
El Gobierno Bolivariano está enfrentando decisivamente al paramilitarismo en todo el país y en esta tarea cuenta con un masivo respaldo popular. Una labor similar se necesita para contrarrestar la asfixiante guerra económica, pues es allí donde la burguesía ha tenido más éxito. Los próximos meses serán un nuevo reto para la revolución latinoamericana, la cual apuesta a que una vez más, el legado del Comandante Chávez iluminará al pueblo de Bolívar para que siga derrotando imperios.

Sobre el PSUV

Omar Gómez
@omafgomez
El PSUV es el único partido que, más allá de lo electoral, se encuentra en estos momentos en una intensa fase de formación que no ha cesado desde que así lo mandara el Congreso del mismo. El PSUV ha entendido que si bien lo electoral es un tema importante, también lo es el trabajo diario, la formación permanente y su impulso continuado al Poder Popular. Ahora el PSUV se ha anotado una victoria histórica como factor de unidad para lograr la Alianza Perfecta por la Patria en el seno del Gran Polo Patriótico.
El PSUV es una creación original del Comandante Chávez que recoge el sentir y la necesidad de un pueblo consciente que buscaba espacios políticos de organización y expresión. El mismo se ha nutrido de experiencias de organización de otros partidos de izquierda y se declara marxista pero con una adaptación Robinsoniana de nuestra realidad, reivindicando nuestras raíces indo-afroamericanas y rescatando a plenitud nuestra Historia y nuestros Héroes, coincidiendo con esa visión latinoamericanista e indigenista de Mariátegui.
El Comandante entendió lo trascendente de la organización, y recordando a Alfredo Maneiro en sus tesis de la eficacia política, trató de construir una organización inédita, autóctona y adaptada a nuestra realidad. El Comandante se apartó de las estructuras leninistas (por eso somos un partido Marxista pero no Marxista-Leninista) y propuso un modelo en el que lo fundamental es el trabajo desde lo territorial, por eso el Comandante planteó lo que en los Estatutos del Partido se define como el componente celular básico y primario: Las Patrullas.
Durante los primeros años de la Revolución, la tarea del Comandante fue rescatar la figura de Bolívar y todos nuestros próceres, de nuestra historia y el amor por nuestra tierra y nuestra cultura desarrollando ese fuerte arraigo que sembró el Comandante hacia lo nuestro y hacia nuestra tierra. Esto no fue casual, era necesario volver a sentir a la Patria en nuestra piel, en nuestras entrañas, y desde allí construir el Socialismo, desde la tierra, desde la base, desde lo local, desde lo endógeno. Las Patrullas como componente celular básico recogen esa unión y expresión de lo local para conformar las UBCH y los CLP como elemento territorial fundamental en la difusión de los valores y principios socialistas, en las prácticas solidarias y en la lucha contra el Capitalismo.
El papel histórico del PSUV , las UBCH y los CLP está en impulsar esa expresión de los valores del trabajo socialista en el territorio, en ser instrumentos que permitan construir una nueva cultura y unos nuevos valores centrados en el Humanismo Socialista, y en ser los inspiradores de una nueva Moral y Ética que desde las bases enfrente el modelo consumista y depredador del Capitalismo. Es por esa vía que podemos construir la Hegemonía en el sentido Gramsciano de la expresión, garantizando la irreversibilidad de la Revolución. Las UBCH y los CLP están llamados a asumir esa responsabilidad histórica de ser protagonistas y hacedores en la construcción de una nueva Hegemonía que tenga expresión en lo local, en lo cultural, lo ideológico, lo lúdico, lo político y en lo económico.
Es responsabilidad de las UBCH y los CLP impulsar al Poder Popular en la construcción de ese Hombre Nuevo, de la Moral Socialista, de los nuevos esquemas de consumo y de desarrollar la solidaridad, el amor y la igualdad entre todos los venezolanos. Sólo avanzando en esa dirección, podrá el PSUV servir de instrumento en la construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, sirviendo de ejemplo y de acción, para llevar al mundo nuestro mensaje de que realmente un mundo mejor es posible.