Julio Arconada
Rodríguez.
Cada cabeza es un
mundo, sin embargo como hay un solo mundo en el que tenemos que vivir todos, es
preciso organizar y conciliar a esa infinidad de mundos para lograr el bien
común en la diversidad de ideas y opiniones. Entonces, pensar es lícito, así
como lo es el decir lo que se piensa. En lo que se debe ser cuidadoso es en el
accionar, porque las acciones si traen consecuencias.
Pertinencia o no
de la crítica: He visto varios artículos en donde se les pide a los
colaboradores de aporrea.org que no es el momento apropiado para estar
criticando al gobierno, que ya está bajo bastante ataque. Inclusive yo, que
escribí en mi blog un artículo señalando ciertas torpezas, fui criticado por
inoportuno. No fue porque lo que dije no era cierto.
Pienso que no
podemos caer en los vicios de la etapa del puntofijismo como lo es la
solidaridad automática. En una sana sociedad socialista, la participación del
pueblo, con su opinión y puntos de vista es importante siempre. En una
democracia participativa y protagónica se estimula la “contraloría social”, no
se la inhibe.
En contra y a
favor del diálogo de paz: Opinan que no debe fiarse del diálogo, que se debe
tener “mano dura”. La convocatoria al diálogo realizada por el gobierno
nacional es un rotundo acierto político, no solo sirve para desenmascarar a los
importadores de violencia y caos (por encargo o mandato expreso de ya sabemos
quien) sino para demostrar de la manera más explicita que es el gobierno quien
está interesado en alcanzar la paz y evitar la violencia. La “mano dura” es
justamente lo que el imperio desea y necesita para atacarnos por la famosa
violación de los derechos humanos. Aunque debemos estar claros que por más
golpes que llevemos y por más de los nuestros que maten, el imperio siempre
dirá lo que le conviene, como siempre dice. Y ya han demostrado que no
necesitan probar nada, con que lo digan ellos, basta.
Ahora bien ¿Cómo
debería ser este diálogo? En primer lugar sincero, ya que pienso que quienes
deberían dialogar son las partes en pugna. Si “A” está peleando con “B”, quien
lo agredió, ¿Qué sentido tiene que “A” busque hacer una conversación de paz con
“C”, quien no está involucrado en el pleito y además dice que detesta la
violencia? Sin embargo está bien que se reúnan y hagan conferencias de paz pues
se demuestra el talante pacífico y si los agresores no se quieren sentar a la
mesa de las negociaciones, pues manifiestan que no están interesados en la paz.
En estas
conferencias de paz están participando, bajo el subtítulo de Mesa de la
Economía, el gobierno, los empresarios, algunas veces la jerarquía de la
Iglesia, creo recordar que los obreros no están invitados (no me hagan mucho
caso ya que no estoy totalmente seguro).
Pero yo quisiera
hacer memoria de situaciones semejantes en el pasado. No recuerdo exactamente
bajo cuales gobiernos (creo que uno fue el de Luis Herrera y el otro no estoy
seguro si fue Carlos Andrés II o Caldera II) Lo esencial es que en la primera
oportunidad, a esa mesa de diálogo se le llamó Comisión Nacional de Costos,
Precios y Salarios (CONACOPRESA) y en la segunda oportunidad le dieron el
nombre de Comisión Tripartita –Rebautizada muy sabiamente por el pueblo como
Trimaldita- En ambos casos, los interlocutores eran: El gobierno, la C.T.V.
(los vende obreros, representantes de los obreros) y los empresarios (el gran
hegemón y únicos decididores).
La mecánica del programa fue siempre la misma:
Primero toman la palabra los empresarios quienes declaran la economía en
emergencia (“el País está mal, presidente”) debido a que hay que “sincerar” los
precios como medida de extrema urgencia. Una vez concedido el permiso -por los
convidados de piedra, el gobierno y la CTV- para poner hacer con los precios lo
que les de la gana, pasan al resto de los puntos de la agenda y dicen: Los
costos no es materia que pueda ser decretada ni fijada por ningún acuerdo. Eso
es inherente a cada empresa, pues hay empresas eficientes, de alta
productividad que pueden tener costos bajos, pero hay otras que no, y no
podrían ajustarse a ninguna norma. Eso se debe dejar a las inexorables leyes
del “mercado” (que nosotros manejamos, jijijiji). Y en cuanto a los salarios,
pues tampoco se puede establecer ninguna norma, ya que esto es un convenio
entre patrono y obrero y también está regido por las simpáticas leyes del
“mercado”.
Bueno, pues eso ya
trataron de hacerlo en las actuales diálogos de paz, menos mal que el
vicepresidente les salió rápido al paso y puso bien en claro que el primer y
fundamental objetivo es la paz social, y ya me dirán ustedes como se llega a la
paz social si en pleno conflicto se deja que suban los precios ¡¡Bien por el
Vice!!
Es importante
destacar que en aquellos oscuros días del neoliberalismo cuartorepublicano la
función del Estado se restringía exclusivamente a controlar al pueblo mediante
la fuerza pública. Tenía el estado la prohibición expresa de no controlar nada
más. Ni economía, ni relaciones sociales, siendo considerada como sociedad
aquellos que dispusieran de una jugosa renta y nivel de vida. El resto de la
población no se sabía muy bien que cosa era.
Pero en la
Revolución Bolivariana, anti imperialista y anti neoliberal, el Estado si tiene
la obligación de controlar los aspectos económicos y sociales y de hecho, lo
hace o al menos parece que trata de hacerlo. La duda que están dejando es si lo
saben hacer. Es de suponer que si lo quieren hacer.
Pero esa suposición se desvanece cada vez más
al ver que el gobierno no se cansa de hacer concesiones cada vez más generosa a
los grandes empresarios, quienes responden cada vez con mayor agresividad.
Muchas y pomposas declaraciones pero las colas siguen siendo enormes y es
difícil encontrar una serie de artículos. Loa precios que subieron ahí se
quedaron y han seguido subiendo, pero más lentamente.
Sin embargo aquí es donde nosotros nos
preguntamos, ¿que paso con los 12.543 contenedores en condición de abandono
legal que fue denunciado por el Ministro García Plaza? ¿Y las 23.000 cargas
sueltas en la misma situación? ¿Y las 15.000 bobinas de papel de periódico que
estaban abandonadas en el puerto? ¿Es una acción deliberada del sector
empresarial para ocasionar la escasez que hoy padece el país? ¿Donde están los
responsables de esta situación? Y situación que aun nos genera mayor intriga es
que de los 12 mil contenedores, aproximadamente el 30% era carga importada por
el Gobierno Revolucionario; ¿tenemos entonces dentro del gobierno gente que
esta jugando a la caída de la Revolución? La lloradera que se formó (bueno, no
fue tanta) porque en unos contenedores lo que venía era chatarra y en otros,
piedras y basura ¿Donde están los responsables de esto? ¿Hay la voluntad de
investigar, señalar y sancionar a esos responsables? ¿Se tiene la capacidad
para hacerlo?
Demasiadas preguntas. Respuestas ambiguas
aunque grandilocuentes. Mas los problemas están ahí. La famosa lista de las
empresas de maletín que se llevaron 20.000 MILLONES de dólares ($) no ha
salido. Lo que extraña de todo esto es que investigar estos casos debe ser algo
muy fácil. De todas estas operaciones quedan documentos, que pa más ñapa están
en manos del Estado, quien no tiene que pedir permiso a nadie para revisar e
investigar. Los contenedores y las bobinas de papel no son pasajeros que
compran su boleto y se montan en el barco y al llegar se bajan, no. Todo eso
tiene documentos y guías de carga y es fácil saber quien los envió, a nombre de
quien han venido.
También se puede y debe cruzar información
entre CADIVI y el SENIAT para ver a quien se le otorgaron dólares
preferenciales, con motivo de qué lo solicitó (eso lo dice CADIVI) y que fue lo
que a la postre trajeron (eso lo dice SENIAT) No es nada difícil. Cuando no se
hace… no se puede decir nada por carecer de pruebas, pero esa actitud alimenta
unas muy justificadas sospechas.
Un antiguo dicho criollo para ejemplarizar la
administración poco eficaz dice: “Cuidan las puyas (centavos) pero se les van
los fuertes” (moneda de Bs. 5). De todo este desbarajuste económico, las
medidas que han tomado son disminuir los cupos de dólares para viajeros y
rebajar la cuota para compras por internet. Dos medicinas compré yo cuando
aprendí este último método, una me la vendían aquí a Bs. 1.800 pero por
internet la compré por menos de 50 $, con flete y todo, no creo que me costara
más de Bs. 400. La otra la vendían aquí por Bs. 500, pero por internet la
conseguí a menos de 5 $, con flete y todo, no creo que llegara más allá de Bs.
40. Pero poco duró la dicha, pues ya me rebajaron el cupo y no sé como funciona
eso y si tendré que volver a hacer la cola mollejúa que me calé para consignar
la famosa carpeta para la asignación de esos dólares. Entonces, no le pusieron
reparo a la gigantesca fuga de divisas y vinimos a pagar el pato los que nos
medio resolvíamos con unos dolaritos.
Con respecto a los SICAD I, II y los que
vengan, pues debemos estar muy contentos pues dicen que están haciendo bajar al
dólar guarimbero. Ese dólar era la excusa para poner los precios por los
cielos, aunque el gobierno aseguraba que habían otorgado montañas de los
preferenciales, lo que sin duda era cierto. Pero… ¿Estamos seguros que era ese
dólar el único causante de los precios especulativos? No lo creo, para mí que
la absoluta falta de un control efectivo es el real causante.
Medidas anunciadas hoy contra la guerra
económica: financiamiento, estímulos, etc. ¿Por qué no se toman medidas
novedosas en lugar de las viejas prebendas, exenciones y facilidades? ¿Hay
sinceridad? ¿Existe la capacidad instalada como para de repente producir? Si
existe ¿Por qué no se producía o se producía muy poco? La verborrea oficial
tiene varias vertientes que además son contradictorias. Por un lado parece que
estuviesen muy contentos porque ahora si los van a considerar como del lado de
los “buenos” porque toman en cuenta a la “empresa privada” y fundan en ella sus
esperanzas de mejoría, pero al mismo tiempo tildan a esta misma “empresa
privada” de especuladora, rentista, insensible a las necesidades populares etc.
Entonces ¿En qué quedamos? ¿Es con esa “empresa privada” que vamos a salir de
abajo? ¿Se les seguirá dando crédito, como de costumbre, para que hagan con
ello lo que más les convenga y como siempre sin ninguna responsabilidad? ¿La
van a orientar en su accionar esos mismos ministros que cacareaban que se había
establecido sobreprecios del 1.200% y que ellos establecían una rebaja del 60%?
Así como se habla con gran satisfacción con la
“empresa privada” no se ve el mismo entusiasmo en las conversaciones con los
obreros o trabajadores o “sector laboral” en lenguaje políticamente correcto
¿Quiere esto decir que entre las facilidades que se le van a otorgar a la
“empresa privada” está la facilidad del despido, a la mejor usanza del
neoliberalismo?
No es criticar al gobierno, es que el gobierno
haga lo que dice que hace. Transparencia. No sabemos que tipo de acuerdos se
está llegando con la burguesía. No importa que no tengamos ni voz ni voto en
eso, que deberíamos de tener, pero al menos saber a ciencia cierta y con
razones inteligibles lo que se está haciendo, y no la verborrea ampulosa y grandilocuente
que al fin y al cabo no nos dice nada. Oí que se va a pagar la deuda que tienen
los empresarios importadores con sus proveedores en el extranjero. Esa deuda se
generó, dicen, porque no se liquidaron los dólares asignados a esos empresarios
importadores. Veamos: los dólares los asignaron, pero no los entregaron. Los
tipos trajeron la mercancía fiada (dicen que existe esa deuda). Nos vendieron
esa mercancía a los precios exorbitantes del dólar abusivo. Ahora les van a
entregar esos dólares al precio de 6,30 Bs/$ pero ya vendieron la mercancía con
el dólar a 60, 80 o hasta 100 Bs/$ ¡¡¡Yo
también quisiera hacer ese negocio!!!
Pero la cosa no se queda ahí, ¿Cómo es que
autorizaron y asignaron unos dólares que luego no entregaron? ¿Cómo puede
suceder eso? Si se autorizan los dólares es porque los tienen, eso pensamos,
porque si los autorizaron sin tenerlos sería una demostración de incapacidad e
ignorancia. Si los tenían y no los entregaron debe ser porque no alcanzaron,
esto es, los desviaron a otro destino. ¿Qué destino podría ser ese? Pues tal
vez que llegaron unos amiguetes y solicitaron unos dólares, se los quitaron a
los importadores originales y se los dieron a los panas. ¿Será que vienen de
ahí las empresas de maletín que nadie quiere descubrir?
Hoy se anunció la subida o aumento de algunos
rubros: el pollo, de 18Bs/Kg a 43Bs/Kg y el arroz, de 5 Bs/Kg a 10 Bs/Kg y no
sé a cuantas otras cosas más hay que “sincerarle” el precio. Pero… ¿Ya
empezamos? ¿No les recuerda a CONACOPRESA y a la TRIPARTITA ya mencionadas?
En el caso del pollo, se cobrará 2,38 veces
más, un aumento de 25Bs sobre 18Bs, el 138,38% de aumento, y en el caso del
arroz, el 100% ¿Subirán en esa misma proporción los salarios? ¿Estamos de
verdad en una revolución?
Hay cosas que están pasando y no me gustan. Yo
sé que la alternativa a este gobierno, la derecha, es mil veces peor. Pero no
quisiera que eso se tomara como una eterna excusa para hacer las cosas mal. No
conozco nada más revolucionario que hacer las cosas bien y así debería de ser
en una revolución. Si no salen bien las cosas y se mete la pata, pues a
reconocerlo y a intentar mejorarlo. Pero no se puede estar manejando la
sempiterna excusa de la 4ª república y hacer prácticamente lo mismo que se
hacía en ella.
Julio Arconada Rodríguez