viernes, 28 de febrero de 2014

Golpe postmoderno

Bernardo Ancidey
A los habitantes de esta parte del mundo el imperio nos tenía acostumbrado a los incruentos madrugonazos pinochetistas para deshacerse de cualquier intento progresista por mejorar nuestras condiciones de vida y ser soberanos. Últimamente, su estrategia aquí y en otros países, cambió a lo que se llama el golpe suave, combinando una agresiva y mentirosa campaña mediática internacional, , el uso de redes sociales para realizar guarimbas, atacar servicios públicos y divulgar internacionalmente videos y fotos trucadas, la presencia de “actores no políticos” incluyendo artistas de Hollywood, cantantes y peloteros, el hackeo de páginas oficiales e ingentes cantidades de armas y dinero para el pago de mercenarios y sobornos a altos funcionarios para que deserten al bando opositor. De esta panoplia de recursos, el único que no es una blanda construcción social, son las armas y municiones de los “paracos” uribistas.
Las estrategia va dirigida a la deslegitimación, creando un clima que facilite el derrumbe del gobierno y de no lograrlo, apelar a la invasión directa, las milicias (léase paracos) y los llamados “contratistas de seguridad”. No faltarán los apoyos de gobiernos vecinos, buscando sacar provecho, sea arrancando un pedazo de territorio o participando en el despojo de los recursos del país víctima.
Llenen los espacios en blanco y veremos claramente dibujada la estrategia sobre Venezuela, antes utilizada en Libia, Siria y Ucrania, en esta versión postmoderna de la agresión imperial.
Estas estrategias se fundamentan en las investigaciones sobre sistemas adaptativos complejos, realizadas desde los años noventa del siglo pasado. Han dedicado grandes recursos para comprender los fenómenos sociales relacionados con el surgimiento y caída de civilizaciones. Su interés se ha centrado en evitar su propia decadencia, visto que todos los que le precedieron terminaron hundiéndose en el fango de la historia. Por eso desarrolla investigaciones donde combina perspectivas desde las ciencias naturales, particularmente biológicas, así como psicológicas y sociológicas, y haciendo uso de poderosos medios computacionales, construye modelos complejos que lo orienten acerca de las formas de frenar cualquier amenaza, por muy incipiente que luzca, como el caso de la CELAC y los gobiernos populares del continente.
Clarificada la estrategia subyacente al presente ataque fascista de debilitamiento a nivel de la conciencia social (aunque la realidad ande por otro lado), se impone orquestar la respuesta para atajarla. Las respuestas tradicionales no se descartan pero son insuficientes y aunque no tenemos la tecnología para desarrollar modelos complejos alternativos, podemos utilizar los propios medios de la globalización para enfrentarlo, recordando que el capitalismo nos provee con las fuerzas que terminarán por desplazarlo. Chávez nos mostró como transformar una red social en instrumento para divulgar sus ideas y mantener la iniciativa política. Este ejemplo debe ser seguido y profundizado, de modo que todos utilicemos estos medios en su contra.
Por otra parte, es necesario debilitar la estrategia imperial, para lo cual hace falta romper sus enlaces y aislar a sus agentes, no dándoles oportunidad para que divulguen mentiras, cerrando el acceso de sus unidades estratégicas, disfrazadas de medios de comunicación internacionales. Sus fuentes de financiamiento deben ser cortadas y expropiados todos los recursos que utilicen en contra nuestra como ya se hizo con unas motos. Hay que investigar y expropiar cuentas bancarias y hasta los bancos que se presten para el financiamiento de los fascistas, quitarles las fincas donde entrenen paramilitares, socializar las empresas cómplices, nacionalizar universidades privadas que sirvan de guaridas y caletas, y tomar cualquier otra medida que conduzca al ahogo financiero de los golpistas. A los alcaldes conspiradores, hay que iniciarles de inmediato los procesos legales para proceder a su remoción y encarcelamiento. Y lo más importante, considerar que la lucha desborda la realidad venezolana, planteándola como un enfrentamiento internacional y global, como ya lo han señalado los amigos de Argentina con su consigna: Si cae Venezuela caemos todos.
Esta lucha debe llegar a los hogares, calles y trabajos de los propios países desde donde se monta la conspiración. En la antigüedad Aníbal lo hizo con Roma y hace unos pocos años los vietnamitas también lo hicieron: para enfrentar con éxito a un imperio, hay que llevarles el conflicto a la puerta de su casa. Apelemos a la solidaridad de nuestros amigos, aliados y a los trabajadores en todo el mundo para que se movilicen en esta segunda guerra de independencia.

domingo, 23 de febrero de 2014

Sí, es Lucha de Clases



Omar Gómez
Lo que ocurre en la actualidad en nuestro  país es una genuina expresión de la Lucha de Clases. Pero esto no quiere decir que es ahora, con la violencia de pequeños grupos derechistas, que se expresa la Lucha de Clases. Con un régimen rentista y depredador, con la explotación de nuestros obreros y campesinos, con la pobreza extrema, la represión, y doblegados siempre a los EEUU, Venezuela vivió una expresión mucho más violenta de esa Lucha durante los casi 170 años de la IV República, siendo más intensa, sanguinaria y evidente en los 40 años del Puntofijismo.


La Lucha de Clases es un concepto marxista de una actualidad y vigencia impresionante que logra explicar cómo las clases sociales se enfrentan entre si, en una lucha permanente, en donde una, la que tiene el poder y los medios de producción, somete a otra, la que tiene entonces que vender su única riqueza, el trabajo, para poder sobrevivir. Hay quienes simplifican al extremo el complejo concepto de Lucha de Clases haciéndola ver como una lucha de pobres contra ricos, y ciertamente, en el fondo tiene mucho de esto.

La Lucha de Clases estuvo presente desde nuestra Independencia, pasando por diversas etapas y matices en los gobiernos de las oligarquías de Paéz, Monagas, Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez, Pérez Jiménez o Betancourt entre otros. Sin embargo, esta Lucha permanecía oculta y sólo se develó de manera importante durante la Guerra Federal. Al grito de “Tierra y Hombres Libres” la prensa de la época y la Historia condenaron a Zamora, ocultando su pensamiento y minimizando el significado de la Federación. Pero las consignas contra la esclavitud, respeto al campesino y horror a la oligarquía evidenciaron esa lucha, que se podía resumir en la siguiente frase Zamorana: “Los pobres no tienen nada que temer, no tienen nada que perder…Que tiemblen los oligarcas: no habrá ricos ni pobres”.

Durante el Siglo XX, la Lucha de Clases estuvo presente pero invisibilizada por la prensa, los Gobiernos y por la Historia Oficial. Con la aparición de la TV y la masificación de los medios de comunicación, la lucha se concentró también en la alienación como una estrategia burguesa para ganar en esa Lucha, aparecieron así las guerras de IV generación.

Mientras existan Clases Sociales, la lucha entre ellas por el dominio de los medios de producción seguirá existiendo hasta que sean los trabajadores, conscientes y organizados los que pongan fin a esta Lucha y logren conformar una sociedad sin clases, una sociedad Socialista.

Desde que el Comandante Chávez asumió el poder y con esto la construcción del Socialismo, quedó al descubierto ese eterno conflicto presente en nuestro país. Los pobres comprendieron quién era Chávez y los ricos entendieron quién era su nuevo enemigo. Eso fue el inicio de la preparación del Golpe de Estado del 2002, del sabotaje petrolero de finales del mismo año, de las guarimabas constantes, de las conspiraciones, de las incursiones de paracos, de la Guerra Económica,  y por supuesto, de la injerencia gringa.

Hoy, cuando tenemos esta situación de violencia que se arreció desde el 12 de febrero, fecha en la que los patriotas celebramos el Bicentenario de la Batalla de la Victoria, debemos tener presente que No hay reconciliación de clases posible; No puede haber diálogo sincero de parte de la Oligarquía; Ni Leopoldo, Ni María Corina, Ni Capriles van a recapacitar ni a dejar de conspirar; y lo más importante, el Gobierno de los Estados Unidos nunca va a cesar en su empeño de derrocar nuestra Revolución.

Dejemos que los ricos y las clases medias altas, alienadas y al servicio de los gringos sigan encerrándose y autocastigándose en sus exclusivas urbanizaciones, creyéndose sus propias mentiras. Quienes viven en el centro y oeste de Caracas, por ejemplo, seguirán haciendo su vida normal trabajando con el Gobierno y al lado de la mayoría del pueblo, organizado, cada vez más empoderado y consolidando cada vez más la irreversibilidad de nuestra Revolución.
@omarfgomez

Parasitus Imperialis Virulentus



Bernardo Ancidey
Vistos antes como rarezas biológicas, hoy día se reconoce el profundo efecto que los parásitos tienen en el modelamiento de los ecosistemas. Ellos son capaces de modificar las conductas de los demás seres vivos en su propio beneficio, forzando a sus huéspedes a comportarse en formas contrarias a las que naturalmente tendrían para sobrevivir. Los parásitos afectan a los humanos obligándonos a actuar de maneras que favorecen su reproducción y supervivencia. Comportamientos que creemos que son de origen puramente social, como religión, protocolos, gestos, maquillajes, artes culinarias, vivienda, arquitectura,urbanismo de pueblos y ciudades, cortejo y vestimenta, en realidad son parte de nuestras respuestas para evitar o mitigar el control que los parásitos pueden llegar a ejercer sobre nosotros.
Si el parasitismo supone una ventaja apreciable para el parásito, se hace permanente y suele ser un proceso irreversible que conduce en el tiempo a profundas transformaciones fisiológicas y morfológicas. El parasitismo suele producir una fuerte simplificación o reducción orgánica, a veces tan drástica que los hace irreconocibles.
En países capitalistas centrales las burguesías aún participan en la creación de riqueza, pero en Venezuela su burguesía atravesó un proceso de reducción orgánica y ahora es totalmente parásita. No produce nada que en realidad necesitemos, solo unos pocos bienes y servicios, escasos, excesivamente caros, de pésima calidad y dañinos a la mente y al cuerpo, con los cuales nos controlan y succionan las migajas que nos tocan de la renta petrolera. No se justifica que la sigamos alimentando para que nos destruya por la vía del sabotaje y la violencia fascista. Su locura de los últimos días, es la reacción de la lombriz frente al purgante. Nada le debemos y no tenemos porqué darle parte de una riqueza que no le pertenece y que no ha generado. Si la desea, entonces que la produzca y si no puede hacerlo, como no lo ha hecho en más de 60 años, entonces no se justifica su existencia.
Venezuela tiene la posibilidad de deshacerse inmediatamente de su burguesía sin afectar su economía. El antiparasitario es reemplazarla con formas socialistas de producción gestionadas por los propios trabajadores y es la única forma de enfrentar con éxito sus planes imperiales por volver a controlarnos. Aplicar la receta del capitalismo de estado es debilitar al paciente frente a la enfermedad parasitaria. Revolución que no avanza, tampoco retrocede, desaparece.

lunes, 17 de febrero de 2014

Jugando con fuego

Omar Gómez
Luego de una semana de protestas violentas y escaramuzas por parte de la oposición derechista venezolana, el sentimiento despertado en la gran mayoría de la población es el de apegarse cada vez más a la Paz y a la Democracia. El día sábado 15 de febrero, en la Av. Bolívar se desplegó un pueblo alegre y pacífico dando un espaldarazo a la política de Paz de la Revolución. Cientos de miles de ciudadanos estuvieron pintando, cantando, haciendo deporte, compartiendo en familia y con amigos, y luego, de manera emocionada y consciente recibieron al Presidente Maduro para reiterarle el compromiso de defensa de nuestra Revolución.
Luego de varios meses de guerra económica, en donde han aplicado el mismo formato de Chile a principios de los 70, el resultado para la oposición golpista es nulo. Hay molestias en nuestro pueblo por el desabastecimiento programado y selectivo, por la delincuencia y por la especulación. Sin embargo, no hay la menor duda en la gran mayoría del pueblo venezolano de que los problemas y dificultades que se nos presentan serán resueltos en Paz y Democracia.
Nuestro Pueblo está claro en cuál ha sido la estrategia golpista, promovida por el Imperialismo: desabastecimiento selectivo y programado, asesinatos puntuales que generen conmoción nacional, una fuerte campaña mediática que no duda en recurrir a los montajes y a la mentira, y luego de haber "creado las condiciones" pasar al foquismo, la confrontación y la violencia. Con esto se busca lograr muertes y un ambiente de inestabilidad que logre la sensibilización y la intervención extranjera a Venezuela.El formato de Libia, de Siria y lo que aplicaron en Chile.
Este lunes 17 de febrero, el intelectual Pérez Pirela reveló en su programa "Cayendo y Corriendo" a través de un audio de la oposición, cómo lograron en tiempo récord recopilar la inmensa cantidad de 120 mil millones de bolívares (casi 20 mil millones de dólares) para ser usados en la contratación de sicarios que produzcan asesinatos y produzcan el caos en el pais (ver https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=buMDrArviHU). Este audio también revela elementos como el saqueo planificado a algunos centros comerciales y cómo intensificarán la protesta. Es obvio entonces el carácter programado de la conspiración impuesta desde el Imperio y ejecutada por los vendepatria de nuestra Derecha.
Por todo esto la respuesta del Presidente Maduro está en consonancia con nuestro espíritu revolucionario: salir a la calle y defender con nuestra presencia a nuestra Patria. La expulsión de los funcionarios gringos que estaban coordinando la conspiración en el país refuerza nuestra voluntad de defensa activa y decidida de nuestra Revolución. Los gringos están jugando con fuego y nuestra tarea, como decía nuestro Comandante Eterno es: candelita que se prenda, candelita que se apaga.
¡¡ A defender nuestra Democracia, nuestra Revolución y 
el Legado de nuestro Comandante en la calle !!
@omarfgomez

viernes, 14 de febrero de 2014

Economía y guarimbas

Rafael Febles
Si vemos someramente lo que está ocurriendo, podríamos concluir que la economía se está ralentizando, es decir que va más lenta, pero lo cierto es que ese no es el problema, porque a pesar de los múltiples procedimientos de fiscalización, multas y hasta presos persisten niveles de escasez, acaparamiento, boicot y contrabando en un claro desafío a la ley y autoridades.

La economía quizás no está en su mejor momento, solo que los agentes económicos en gran parte están a la expectativa sobre los resultados de la subversión y las fiscalizaciones en puertas. La Ley de Precios es en este momento lo que fueron las 27 leyes de la primera habilitante del comandante supremo, aunque en las protestas no aparecen indicios contra la aplicación de la Ley, bien sabemos que en el fondo de la cuestión está la oposición a ultranzas contra todo lo derivado del gobierno nacional en materia económica, solo revisemos lo que se ha descubierto en el manejo, entrega y uso de las divisas por parte de empresas y particulares y es el nuevo esquema cambiario lo que los tiene en cierta manera desesperados, porque el compás que se abrió con el sistema dual, es decir dólar a 6,30 bs y el dólar Sicad, desubicó y trastocó lo que estaba pasando con las divisas y las correspondientes importaciones. El sistema exige la firma de una fianza de fiel cumplimiento a la cual por supuesto hay que en cada caso, hacerle el respectivo seguimiento y control.

En definitiva las medidas económicas de alguna manera aceleraron por parte de estos sectores de ultra derecha, el camino hacia lo que ellos consideran como legitimo, es decir reclamar no contra las medidas unas u otras, sino la salida inmediata del presidente Maduro, para lo cual aparentemente es un salto al vacío porque no cuentan con la gente suficiente que los apoye y por otro lado las condiciones reales y objetivas para un alzamiento militar que acoja sus planteamientos y aspiraciones.

El uso de la guarimba como medida de lucha es hasta ahora la reminiscencia de la marcha del día 12, focos aislados y de poca participación pronostican un fracaso en esta nueva aventura que se han propuesto y es ahora cuando la impunidad debe ser cosa del pasado reciente y convertirse en el principal disuasivo ejemplar para retornar a la normalidad para que veamos lo económico como la prioridad.

La economía no es solo un asunto de los economistas como tal, lo reconozco, pero es un deber alertar sobre las consecuencias en el tiempo de la agitación política, porque la velocidad de la misma en la actuación de los diferentes actores, se puede convertir eso si, en una recuperación mas lenta de la producción hacia donde todos y todas debemos persistir que se produzca bajo indicios ciertos de participación de la nueva e inédita economía comunal que apunte definitivamente hacia nuevos derroteros en la lucha contra el rentismo que solo ha mantenido hasta ahora la posibilidad de asumir la política social en un todo.

jueves, 13 de febrero de 2014

Cese a la Impunidad

Omar Gómez
Los imponentes actos para celebrar el Bicentenario de la Gloriosa Batalla de La Victoria, el 12 de febrero de 2014, quisieron ser empañados por la irracional derecha venezolana, siguiendo órdenes expresas del Imperio. La espectacular marcha de la juventud caraqueña hacia la Plaza José Félix Ribas en La Pastora y la inauguración del Paseo Bicentenario de la Juventud, en La Victoria estado Aragua, tuvieron que ser reseñados junto con el triste balance dado por la Fiscal Ortega Díaz quien informó de 3 fallecidos y 66 heridos de gravedad.
El tema de la impunidad, ante semejantes actos de desestabilización por parte de la derecha tarifada, vuelve a hacerse presente. La Fiscalía General de la República emitió orden de captura contra el jefe de Casa Militar durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Ivan Carratú Molina, y el ex embajador venezolano en Colombia, Fernando Gerbasi, sin embargo, los autores intelectuales, Leopoldo, Capriles y María Corina siguen como si nada. En ese sentido recordamos la total impunidad de Capriles Radonski, quien luego de llamar a la violencia el 15 de abril del 2013, cuando desconoció su derrota electoral, quedó totalmente en libertad, aunque siga pesando sobre él la sangre de varios compatriotas asesinados por su llamado. O el caso de Nelson Bocaranda, quien luego de informar que en los CDI se estaban quemando las boletas electorales, propiciando la quema de los mismos, al final quedó tan tranquilo como si nada.
En el tema de la impunidad podemos irnos más lejos, y recordar cómo no hay culpables por los que llamaron al Sabotaje Petrolero del año 2002, o por los que se robaron alrededor de 20.000 MM de dólares con el Sitme. Y si vamos más atrás en el tiempo, vemos que la impunidad ha estado estrechamente ligada a nuestra historia.
Si queremos, como revolucionarios, ganar credibilidad, lo primero que debemos hacer es lograr el cese de la impunidad. A principios de año, un lamentable asesinato acabó con la vida de una conocida artista venezolana. Ante el escándalo, las autoridades se activaron y en tiempo récord se tuvo a los culpables y se les aplicó justicia. ¿Qué dijo el ciudadano común? Que había que ser famoso para que la justicia fuera expedita. ¿Será igual de eficiente con los compatriotas asesinados?
Todos sabemos que los cabecillas de todas estas guarimbas, son unos tarifados del Imperio, sabemos cuándo salen a recibir órdenes y cuándo llegan a aplicar sus planes perversos. ¿Es necesario que hayan muertos para que se tomen acciones? ¿y además, que las mismas sean contra autores materiales y que sigan Leopoldo, María Corina y Capriles tan campantes?
La Justicia empieza por el cese de la Impunidad.


La construcción del socialismo (I)

Bernardo Ancidey
La destrucción del capitalismo será definitiva si el socialismo es capaz de aportar mayor calidad de vida dentro de un marco de respeto a la Pachamama. Esta revolución en el pensamiento sólo se dará en conjunción con nuevas relaciones de producción que le den viabilidad, las cuales deben construirse desde ahora y no posponerlas indefinidamente para un mañana incierto.
Las relaciones de producción en el capitalismo son motorizadas por la recompensa lucrativa. Las relaciones de producción socialistas se fundamentan en la solidaridad. Lo característico del socialismo en cuanto a la base material que le dará existencia, es la participación solidaria, colectiva e igualitaria, en la producción social de la riqueza y en su distribución. Es un error, pensar que las relaciones de producción socialistas se construyen sobre la base del capitalismo de Estado. Podemos encontrar en Marx apuntes que identifican al Capitalismo de Estado, no con el socialismo, sino con lo que él llamó el Modo Asiático de Producción. Bajo este modo, a lo más que se podría llegar, como ya lo avizoraba Bakunin, es al control social por parte de una casta intelectual burocrática (nacida de la “vanguardia revolucionaria” previa a la toma del poder político), tal como emergió en los países del desaparecido bloque soviético. La calidad de vida de las personas queda sujeta a la mayor o menor benevolencia de dicha casta a la hora de repartir la renta que monopoliza.
Este pasado, incluso el más cercano a nuestra experiencia con el boom petrolero de los años 70 y la consecuente creación de numerosas empresas controladas directamente por el Estado, nos alecciona acerca de lo equivocado que estamos si creemos que por esa vía se llega al socialismo.
La historia siguiente recoge que estas experiencias terminan resultando en un retorno, tarde o temprano al capitalismo más salvaje, al no ser capaz de superarlo en cuanto al desarrollo de las fuerzas productivas. En todos los casos, el costo del retorno lo han pagado los pueblos con una caída en picada en sus condiciones de vida.
Esta crítica no constituye una exhortación a detener los procesos de transferencia de las fuentes de riqueza de manos privadas a públicas, porque la distribución de la renta usualmente es mayor cuando éstas están en manos del Estado que de los burgueses. El problema es que el capitalismo de Estado no resulta permanente, es metaestable, tarde o temprano cae en un atractor que lo lleva de regreso al capitalismo.
El capitalismo crece y se auto-organiza más o menos espontáneamente, alimentado por el insaciable afán de lucro y el emprendimiento humano, en cambio, el socialismo debe ser pensado de antemano por los revolucionarios, ensayado y cuidado hasta que pueda adquirir capacidad propia para expandirse por el país, el continente y el planeta. El socialismo es voluntad pensada.
La revolución política es una condición necesaria más no suficiente para llegar al socialismo, se completa con la toma de control de los bienes de producción, lo cual no implica su pase al Estado. No hay nada escrito acerca de la velocidad a la cual debe hacerse este proceso, esto dependerá de las respectivas correlaciones de fuerza y de la estrategia trazada para la transferencia de conocimientos a los trabajadores que democratice el saber necesario para la gestión productiva en la nueva sociedad socialista. En todo caso, mientras más rápido se haga, mas seguridad tendremos en garantizar la irreversibilidad del proceso. Para ello es vital ensayar nuevos modelos de gestión productiva por parte de los trabajadores, desarrollar procesos de aprendizaje paralelos al ejercicio de las nuevas responsabilidades, cristalizando la idea que no habrá vuelta al capitalismo.
La historia brinda magníficos ejemplos de cómo lograrlo. La película de Eisentein, “El Acorazado Potemkin”, es una hermosa lección de cómo los revolucionarios pudieron gestionar una compleja nave, haciendo que oficiales y técnicos zaristas trabajasen a favor de la revolución. El convencimiento de la marinería del Acorazado Potemkin en el cambio social, fue la principal fuerza detrás de su logro.
Sin compromiso ideológico es arriesgado avanzar en la socialización de los medios de producción. Experiencias recientes en Venezuela, muestran que los reflejos condicionados creados sobre nuestra gente, hace que afloren la viveza criolla, el nepotismo, el clientelismo, la extorsión incluso hacia otros entes del Estado, junto a otros males derivados de la cultura capitalista. Poderes otorgados, son usados por mafias sindicaleras para su propio beneficio y no del conjunto de los trabajadores. Estas lacras demuelen cualquier intento de autogestión. Estos reflejos condicionados se confrontan con la espontaneidad de la acción y el pensamiento, libre de los influjos y la seducción del marketing burgués, colocando al colectivo trabajador como sujeto de su propia liberación y constructor del socialismo.
La gran incógnita que surge de esta reflexión, es si la dirección actual del proceso venezolano sabrá enviar señales claras a los trabajadores de que ese es el camino, el de la revolución socialista y bolivariana y no el del compromiso socialdemócrata.

Tomado de http://humanidadenred.org.ve/la-construccion-del-socialismo-i-por-bernardo-ancidey/

martes, 11 de febrero de 2014

Hecho en Venezuela

 
 
La fuga de capitales y la devaluación que la acompaña pone en el tapete el tema del desarrollo endógeno y el hecho en Venezuela. Cuestiones que proponen problemas concretos como: ¿Quién asume el desarrollo endógeno?, ¿Qué significado ha tenido y ahora debe tener el lema “Hecho en Venezuela?, ¿Cómo superar la crisis económica y derrotar la política anexionista imperial norteamericana con la estrategia “Hecho en Venezuela”? y ¿Cuál es el papel del Estado en ese esquema de desarrollo?, entre muchos otros.

Frente a la pregunta: ¿Quién asume el desarrollo endógeno? Debemos partir de las condiciones objetivas del caso Venezuela. En nuestro país la fuga de capitales no solo es del capital transnacional sino de buena parte del sector productivo de la burguesía venezolana; ni que decir, de la burguesía financiera e importadora venezolana que parasita del presupuesto nacional, mediante los dólares preferenciales. Sin ellos, qué otro actor económico puede asumir el desarrollo de la capacidad productiva venezolana. Históricamente, este papel ha sido asumido por el Estado. Pero, nuestro capitalismo de Estado ha convertido al Estado en un capitalista que financia empresas Estatales quebradas con el fin de pagar sueldos y salarios. El Estado hace inversión social no busca producir riquezas. Frente a ese escenario las cartas están echadas, entonces, es la clase trabajadora la que debe asumir el reto histórico de emprender el desarrollo de nuestro país. Sus cuadros profesionales y técnicos se topan ahora con la tarea histórica de superar su propio estado de conciencia, construir una estructura productiva que le permita alimentarse y, con ello, derrotar la ofensiva de las fuerzas imperiales. Su misión es socialismo o nada; de otra manera seremos presa fácil, más temprano que tarde, de las artimañas en los mercados financieros internaciones, que gobierna el imperialismo norteamericano, para desaparecer nuestras reservas internacionales y crear las condiciones para una inmensa deuda externa que comprometa nuestra soberanía y nuestra paz social.

En ese sentido, cabe preguntarse, ¿Qué significado ha tenido y ahora debe tener el lema “Hecho en Venezuela”? Históricamente el lema “Hecho en Venezuela” ha sido utilizado por la burguesía importadora e improductiva para descalificar los productos nacionales que de hecho pueden competir y restarle oportunidades de negocio (y de justificación) a su actividad importadora, especulativa y parásita del presupuesto nacional. Pero, no solo es un tema de negocio; también es una manifestación ideológica para subestimarnos y bajar nuestra autoestima: es una estrategia para que nos neguemos a nosotros mismos, para que reneguemos de nuestras capacidades. Logrando así que se sigan exportando dólar de nuestro ingreso petrolera para financiar la producción de la economía norteamericana y la riqueza de su burguesía. La guerra actual que llevamos adelante con Estados Unidos en el plano político impone un cambio ideológico que abra oportunidades a un nuevo “Hecho en Venezuela”. Estrategia que nos permita auto abastecernos y generar la riqueza suficiente para apalancar una economía productiva sustentable y sostenible en el tiempo. La tarea no es fácil, por cuanto, no se ha visto un desarrollo productivo en el capitalismo que comience con productos de alta calidad. Y pensar que esto ocurra en el socialismo por arte de magia es un sueño. Tenemos que comenzar produciendo poco y con poca o mediana calidad; pero, sobre todo lo que requerimos con desesperación es que la propia clase trabajadora crea en el “Hecho en Venezuela” y rechace lo “importado”. Sin ese cambio ideológico es imposible construir una economía productiva en Venezuela.

Entonces, ¿Cómo superar la crisis económica y derrotar la política anexionista imperial norteamericana con la estrategia “Hecho en Venezuela”? En este punto a Venezuela se le presentan dos cuestiones: una se refiere a las políticas a desarrollar para desencadenar las fuerzas productivas, ahora de la clase trabajadora, que la lleve a transformar la económica del país. La otra, de igual importancia, es ¿cómo construir una estructura de dirección y de gerencia en nuestras empresas socialistas que soporte el desarrollo económico del país? Sin esa estructura de dirección y gerencia es imposible hablar de desarrollo endógeno. Esta segunda cuestión aunque aparentemente técnica tiene un profundo contenido política pues significa un cambio de paradigma respecto a lo que los políticos piensan a cerca de la importancia del papel de la dirección y la gerencia socialista en la economía; así como, superar su temores respecto al poder que deben tener estos en el desarrollo productivo del país. La dirección y el emprendimiento constituyen la herramienta fundamental que necesitamos para la búsqueda de nuevos negocios y oportunidades de desarrollo industrial.

Son esos trabajadores los que pueden apalancar el desarrollo endógeno del país. Y los otros trabajadores son los que forman parte de la gerencia. Estos últimos, constituyen la estructura organizativa que garantizan que esos nuevos negocios y oportunidades puedan concretarse y mantenerse en el tiempo. No tiene viabilidad el “Hecho en Venezuela” sin estos dos actores fundamentales; así como, tampoco sin un cambio ideológico que nos enorgullezca y estimule un compre venezolano.

Para terminar, ¿Cuál es el papel del Estado en ese esquema de desarrollo? O como lo decía en el párrafo anterior ¿qué políticas no llevarían a desencadenar las fuerzas productivas de la clase trabajadora? Es papel del Estado Venezolano invertir en la creación y desarrollo de centros de estudios de dirección y gerencia socialista que procuren las condiciones subjetivas para apalancar el desarrollo endógeno en el país. Por otra parte, es papel del Estado desarrollar una campaña educativa que estimule el “Hecho en Venezuela” como un estandarte de dignidad y respecto frente a la traición y baja auto estima de lo importado. En tercer lugar, promover políticas que promuevan créditos para la clase trabajadora que permitan el despliegue de sus capacidades y, finalmente, una política de compra nacionales del Estado que hagan énfasis en exigir y promover la calidad de los productos y servicios “Hecho en Venezuela”. La primera tarea es cambiar a los hombres y mujeres de nuestro país para crear socialismo. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, Carajo

lunes, 10 de febrero de 2014

¡ Necesario es Vencer !



Omar Gómez

Entre el sábado 8 y el lunes 10 de febrero de 2014, un nutrido grupo de voluntarios, la mayoría jóvenes, emularon la marcha histórica que realizara el Patriota José Félix Ribas, 200 años antes, para enfrentarse contra los realistas, encabezados por Boves, y poder derrotarles en lo que se conoció como La Batalla de la Victoria. En esos 60 kms de marcha, se pudo reflexionar acerca de los inmensos sacrificios que realizaron nuestros próceres, en el medio de las mayores dificultades y con la más férrea de las convicciones, para derrotar la tiranía y lograr nuestra Independencia.
Justo al término de esta marcha, concluye también el plazo dado a los empresarios para ajustarse a la Ley Orgánica de Precios Justos. Y con ello la arremetida de la prensa burguesa ha sido despiadada. En los titulares de los principales diarios venezolanos de este lunes 10 de febrero  se leen “noticias” que intentan mostrar un panorama sombrío y pesimista sobre la realidad del país.  En la portada del Universal se puede ver: “(…) políticas inconexas deterioran el sistema de salud”, “Las protestas estudiantiles cumplen una semana” y “El país vive 11 años de control de precios y alta inflación”. Por su parte El Nacional señala “Paralizadas remesas por requisitos de CADIVI”, “La construcción está en cierre técnico” y “En la medida en que el Estado reprima, la gente manifestará más”. Esto es una pequeña muestra de las mentiras y manipulaciones en donde no se incluye pasquines como Tal Cual, 2001 o El Nuevo País.
No se puede dejar de ver que la Construcción del Socialismo, pasa por estas batallas, en las cuales la Ley de Precios Justos es sólo uno de tantos instrumentos que se utilizan en la guerra contra el Capitalismo. Y allí los medios de comunicación constituyen una de las armas  más precisas que utiliza la derecha para agredir y para enfrentar a la Revolución. De nada vale que se hayan activado nuevos corredores de Barrio Tricolor, que todos los jueves se entregue un número importante de viviendas, que haya bajado la criminalidad con los nuevos cuadrantes o que se tomen medidas importantes para evitar el desangramiento de nuestras divisas. Los medios no van a publicar aquello que demostraría cómo constantemente ejercen la mentira. Al contrario, siguen hablando del caos, de la mentira, de la farsa, y muy subyacentemente, llamando a la insurrección.
Por eso, y tal como lo dijo Ribas, en esta fecha Bicentenaria, tenemos que profundizar nuestro compromiso revolucionario porque no podemos optar entre vencer y morir. Es necesaria nuestra Unidad, Lucha, Batalla y Victoria, porque no podemos fallarle a nuestro Comandante, a la Patria, a nuestros hijos y a la Historia.

viernes, 7 de febrero de 2014

Panamá y la Transnacional Sacyr, ejemplo de expoliación

Omar Gómez

Nuestro Continente se encuentra atravesado, justo en la mitad por un Canal que en vez de traer beneficios para nuestros pueblos, más bien ha sido el medio para que se enriquecieran las superpotencias y las oligarquías criollas. El Canal de Panamá es la vía que permite comunicar los océanos Pacífico y Atlántico sin necesidad de atravesar el sureño Cabo de Hornos, como se hacía hasta el siglo XIX.
Es bueno recordar que la ambición de los EEUU por construir el Canal, obligó a la firma del Tratado Herrán-Hay con la República de Colombia, para luego ser rechazado por el Senado colombiano, lo que dio las excusas perfectas a un grupo separatista del norte de Colombia para proclamar, con el auspicio gringo, la creación de una nueva República. Luego de la separación, en 1903, los Gobiernos de EEUU y Panamá firman el Tratado Hay-Bunau Varilla para la construcción del Canal que finalmente fue inaugurado en 1914.
Hubo que esperar hasta la firma del tratado Torrijos-Carter, en 1977, para acabar con la perpetuidad del anterior tratado y poner fecha a la transferencia del Canal a manos panameñas. Ahora un consorcio, el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) trabaja desde 2009  en las labores de ampliación del Canal, construyendo nuevas esclusas de la ruta acuática, bajo la tutela de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Hoy, 100 años después de su inauguración, cuando se está trabajando en la ampliación del mismo, continúan las ansias imperiales y capitalistas por seguir extrayendo beneficios a costa de una obra por la que los panameños reciben apenas migajas.
Actualmente las ampliaciones las realiza un consorcio liderado por la empresa española Sacyr, junto con las empresas italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la española Constructora Urbana. Este Consorcio ha desarrollado una estrategia de negociación harto conocida por nuestras economías. Se trata de un conjunto de acciones en donde la República contrata a una gran transnacional que supuestamente tiene la experiencia, conocimiento y el músculo financiero para realizar la obra. La empresa cotiza, se aprueba el proyecto, se firma el contrato con una gran difusión mediática  y luego comienzan los dolores de cabeza: los replanteamientos, los problemas “ocultos”, los cambios de precio,  las obras extras, en fin, un conjunto de situaciones que disparan los precios originales y dan al traste con cualquier planificación que se haya podido realizar.
Muchas veces esto viene amenizado con cambios de autoridades relevados por no cumplir los plazos de entrega, retrasos mientras las nuevas autoridades entienden la magnitud del problema y luego otra vez, nuevos replanteamientos, nuevos precios, aumentos y nuevas obras extras. Lo que le ocurre a Panamá con la empresa Sacyr es exactamente igual a lo que ocurre con la mayoría de las contrataciones que se realizan con las transnacionales. No es casual, es una estrategia bien pensada en donde ellos son especialistas en desangrar los presupuestos de nuestras naciones.
Sin embargo, en Panamá el caso tiene unas implicaciones mayores. Los medios de comunicación han politizado al extremo el problema, hay repercusiones diplomáticas importantes, además que la suspensión de las actividades ha dejado en espera a más de 10.000 trabajadores de esta inmensa obra. Sacyr y sus socios han dicho que las autoridades del Canal no han pagado una factura pendiente de 50 millones de dólares, además de señalar que se han fijado en alrededor de 1.600 millones de USD los sobrecostos producto de aumentos y obras adicionales.
Por el lado panameño, las autoridades se encuentran entrampadas, porque rescindir el contrato y buscar a una nueva empresa puede llevarlos a una larga disputa en tribunales que incrementaría notablemente los costos de la obra, además está latente el conflicto con el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) quien ha dicho que no va a permitir que los trabajadores sean los afectados en el conflicto.  
Es importante destacar que el Consorcio ganó en el año 2009 la licitación para la construcción de las obras con una oferta de 3.118 millones de USD y con la meta de terminar en el 2014. Ahora solicitan 1.600 millones adicionales y han prometido la obra para el 2015. ¿Suena esto conocido para quienes dirigen proyectos en otros países en donde la contraparte son grandes transnacionales de la construcción y la ingeniería? ¿Cuántas empresas como Sacyr tenemos, por ejemplo, en Venezuela?
La verdad es que el Capitalismo se amolda a los nuevos tiempos y consigue nuevas maneras de expoliar, de explotar y de extraer recursos de nuestros países.