jueves, 4 de febrero de 2016

¿Caerá el Gobierno venezolano en las “conchas de mango[1]” de la Polar?



Bernardo Ancidey 
 Mendoza y sus fans andan poniéndole conchas de mango al Gobierno de Nicolás Maduro, a ver si este cae en sus juegos. Como siempre sus supuestas soluciones se enmarcan en cómo meter las manos en los bolsillos de los venezolanos para quitarles los que les queda y además endeudarlos para que ellos se hagan más ricos.

Frente a los llamados de la burguesía para que volvamos a transitar los caminos de la miseria que trae amarrarse a sus amigos del FMI o del Banco Mundial, como ocurrió en el siglo pasado, proponemos un conjunto de alternativas, donde la prioridad somos la inmensa mayoría de los venezolanos y no las ambiciones de la históricas “cúpulas podridas” del cuartorrepublicanismo, como las denominaba el Comandante Chávez:





Las conchas de mango de Polar
Las opciones populares
1. Reactivar el acceso a materias primas e insumos internacionales. Resaltó que "es fundamental que se produzca un reconocimiento oficial de la deuda que tiene el Estado venezolano a través del régimen de control de cambio con los proveedores internacionales, para que se produzca un refinanciamiento y reapertura de las líneas de crédito. "El venezolano de a pie está sufriendo porque no hay materia prima suficiente para poder abastecer los productos que demandan y quieren", dijo. 

1. Auditoría pública de las divisas entregadas, en especial a la Polar y sus filiales para verificar su empleo correcto. 1. De acuerdo a los resultados si las empresas las usaron correctamente:
A.- Continuar entregándoles las divisas si se justifican dentro de las necesidades nacionales
B. De lo contrario, obligar a la devolución inmediata de las divisas sustraídas de manera fraudulenta, y proceder legalmente a establecer garantías sobre el dinero sustraído.
2. Rediseñar el sistema de control de divisas a los fines de que sea posible la contraloría social sobre todo el proceso, desde la asignación hasta el usuario o consumidor final de los bienes y servicios,  evitando los “precios de transferencia” (compras entre las propias empresas y sus filiales) con los cuales se lucran la Polar y las otras grandes empresas.
2. Acceder al financiamiento internacional. Plantea que el gobierno nacional busque "el financiamiento más eficiente y menos costoso para los venezolanos", señaló. Agregó que Venezuela tiene un problema de liquidez serio y es responsabilidad del Gobierno buscar las fuentes de financiamiento que ayuden a salir de la actual situación.

2. Implementar acciones para la recuperación de los 508[1] mil millones de dólares que los burgueses venezolanos tienen fraudulentamente en el exterior. Una recuperación aunque sea parcial, podría aportar una inmensa liquidez para impulsar el crecimiento económico del país sin necesidad de ingresos petroleros o ir de rodillas a la banca internacional.

Impulsar la creación de entes financieros constituidos regionalmente o SUR-SUR, utilizando monedas que nos saquen de la zona Euro-Dólar.
3. Apuntalar la producción nacional. Esto sería posible con la creación de un fondo para la adquisición de insumos, materias primas y repuestos en empresas privadas productivas, para la producción de bienes esenciales en Venezuela, con pagos a la vista y trámites certificados. Pidió al Gobierno Nacional asignar las divisas a la empresa privada, a los que pueden hacer de ella resultados productivos, eficientes. "Hay muchos circuitos que tienen ruptura de inventario",
3. Realizar el trabajo político-ideológico para el cambio cultural y superar la sociedad de consumo. Repensar nuestra vida diaria y la relación con los otros y la naturaleza, en función de una vida sostenible en el planeta. Esto implicar cambiar los hábitos de producción y consumo, colocando al ser humano en el centro de la vida económica. La economía del país debe ajustarse a esta reorientación y no en función de un productivismo insensato que centra su visión de desarrollo en tener por tener, sin ver los efectos negativos que esto trae sobre nosotros y sobre el ambiente.

La idea es no seguir gastando como hasta ahora nuestras divisas en bienes que causan más daño que beneficio, como lo hacemos cada vez que invertimos en ensamblar automóviles, consumiendo harinas que engordan pero no alimentan; bebiendo refrescos azucarados y comida chatarra; o perdiendo nuestro tiempo pegados al último artilugio electrónico.
4. Ajustar los precios regulados de acuerdo a la Ley Orgánica de Precios Justos. Criticó que este asunto está congelado desde hace dos años y medio. Dijo que nadie puede imponer producir a pérdidas. "Hay productos que están secuestrados por el congelamiento de precios. No hay incentivo de la producción nacional sino de la importación de productos terminados que es 18 veces más ineficiente", comentó y agregó que todas las empresas del Estado no producen "pero a la empresa privada sí le exigen que produzca a pérdida".

4. Establecer un sistema de vigilancia sobre la generalidad de los precios de bienes comercializables[2] y no sólo sobre la cesta básica. Así evitaremos que a través de los precios, los monopolios y oligopolios continúen la espiral inflacionaria al dejar que fijen arbitrariamente el valor de las mercancías.
5. Poner a producir las empresas estadales. Señaló el empresario venezolano la necesidad de que las empresas sociales sean sometidas a un plan transparente de recuperación de la producción. Puntualizó que eso implicaría medidas inmediatas como el alquiler de las instalaciones improductivas y/o la reversión de las estatizaciones que han ocurrido.
5. Reserva de los monopolios naturales del Estado y empresas estratégicas y establecer mecanismos de autogestión para el resto de empresas públicas. Ir a un proceso radical de simplificación y automatización de trámites que facilite la creación de empresas de propiedad comunal, socialista y cooperativa, o modalidades mixtas de estas últimas.

Utilizar el poder de compra del Estado para la promoción de este tipo de empresas.

Establecer mesas entre productores y consumidores para eliminar intermediarios y hacer más transparentes las cadenas de producción y distribución.

Ejercer la contraloría social sobre el conjunto del tejido económico.
6. Atender a los grupos vulnerables en materia de seguridad alimentaria. Desde Empresas Polar proponen destinar temporalmente un porcentaje de su producción de bienes de primera necesidad a los programas sociales. "Nosotros estamos aquí para ayudar", asumiendo sacrificios, siempre y cuando tengamos la materia prima. Recordó Mendoza que en muchos casos "la mitad de la capacidad de producción está en manos del Estado" y mientras esas empresas no se pongan a producir "será imposible solucionar el problema de abastecimiento
pleno".
6. Relanzamiento y rediseño de los mecanismos de atención alimentaria, con participación popular tanto a nivel de producción como de distribución.
7. Fortalecer la producción agrícola en los rubros en los que Venezuela es competitiva. "Este país está lleno de extraordinarios agricultores, campesinos, que producen eficientemente si se les garantiza el derecho a tener los insumos que necesitan y la seguridad en el campo para desarrollar sus talentos", dijo.
7. Ya en el punto 3 señalamos que los criterios para la producción de lo que sea, deben estar orientados a la satisfacción de las necesidades reales de los venezolanos en el marco de una nueva cultura centrada en el ser humano. De modo que hay que repensar la producción agrícola en estos términos.

No se puede lograr competitividad si ésta se logra a costa de envenenar el agua, el suelo, el aire y hasta a los propios seres humanos. No es competitivo, dedicar nuestros mejores productos a la exportación mientras acá consumimos “pichache”. No es competitivo aumentar la producción de carne a punta de antibióticos. No es competitivo seguir incrementando la producción con semilla transgénica comprada a Monsanto. No es competitivo expandir la frontera agrícola a costa de nuestros bosques y acuíferos.

Estas propuestas son solo algunas de las muchísimas alternativas populares en materia económica, que tenemos ante los engaños de siempre de los oligarcas. Ojalá ésta vez los venezolanos no tengamos que sufrir las nefastas políticas que llevaron a la insurrección de aquellos febreros rebeldes. Porque esta vez hay opciones.

bernardo.ancidey@gmail.com


[1] Así se les dice en Venezuela a preguntas que los profesores ponen en los exámenes para ver si los estudiantes comprenden a profundidad las lecciones. El estudiante descuidado “cae” o “pisa”  las cochas de mango.
[2] Boza, Tony. La guerra contra el pueblo, pp.34. Maracaibo: Fundación Construyendo Ciudadanía.
[3] Veáse Pisani, Fernando. Inflación, el control de precios ¿dónde está la clave? Sábado, 31 Mayo 2014 10:42 en http://www.deuntiron.org/web/  

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