Bernardo Ancidey
Es la metáfora utilizada por Yanis Varoufakis, el ex-ministro griego de
finanzas, para referirse a la inversión de US$ 3,4 billones realizada en
EEUU, Reino Unido y la Unión Europea en la economía real en el último
trimestre, frente a los US$ 5,1 billones acumulados en ese mismo período
y que reposan ociosos en instituciones financieras. Forman dos montañas
de dinero que no se cancelan a través de lo que deberían ser
operaciones normales del mercado.
Esta actitud del capitalismo internacional de preferir acumular y
desperdiciar en actividades improductivas y no invertir, es la misma que
se práctica en nuestro capitalismo periférico, con el agravante que lo
acumulado y desperdiciado, fue producto del robo de la renta petrolera
que pertenece al resto de los venezolanos.
Mientras se intentó vanamente que los ingresos petroleros fuesen a las
actividades de la economía real, al mismo tiempo crecieron los depósitos
de los privados venezolanos en el exterior y su consumo suntuario.
Según cálculos preliminares de Luis Salas "entre finales de los setenta y
la actualidad, dicha cifra al menos se sitúa en unos 300 mil millones
de dólares". Estos datos son confirmados por la investigación de la
Profesora Pasqualina Curzio Curzio al señalar que las "monedas y
depósitos en el extranjero por parte del sector privado" desde 1997
hasta 2013…. han incrementado, entre el 2003 y el 2013, alrededor de
232,8%", y más adelante que "un aumento del costo promedio de los bienes
importados se corresponde en un 71,2% a un incremento de los depósitos
del sector privado en el extranjero" según cálculos basados en cifras
del BCV.
Como se observa el carácter del capitalismo en su actual modalidad
financiera, se caracteriza por su parasitismo, por lo que es erróneo
pensar que solo la burguesía venezolana lo es, solo tiene una diferencia
de grado y no de cualidad. El actual estancamiento económico europeo y
la rebatiña alemana por los recursos griegos, tienen su origen en esta
característica parasitaria del gran capital. Se obtienen ganancias sin
riesgos simplemente inutilizando millones de dólares o euros exprimiendo
financieramente a los endeudados.
Una importante conclusión de este hecho es que salvo, la que pueda
provenir de los nuevos países capitalistas asiáticos que aún no alcanzan
la sofisticación parasitaria de sus pares europeos o norteamericanos,
la inversión dirigida a la economía real en países como el nuestro es
una meta ilusoria. Ellos preferirán mil veces seguir obteniendo
ganancias a partir de sus "instrumentos financieros", sobre todo cuando
tienen la capacidad para aumentar a su antojo eso que llaman "el riesgo
país".
Sí alguien está buscando la salida a la "crisis económica" mundial o a
la "guerra económica" en Venezuela, la solución la tiene ante sus ojos:
utilizar esos billones de dólares ociosos en la inversión y el consumo
no suntuario. En el caso venezolano se trata de recuperar los US$300 mil
millones depositados por los burgueses venezolanos en el exterior.
Para eso se necesita una revolución mundial, de lo contrario seguiremos con lo mismo, picos más agudos hasta que todo reviente.
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