Omar Gómez
Las colas producto del
desabastecimiento programado y la escasez inducida lejos de disminuir después
de la victoria de la derecha el pasado 6D, más bien aumentaron. La oferta
engañosa de la Derecha fue luego aclarada a aquellos incautos que creyeron en engañadores
de oficio: eliminar las colas era solo un eslogan publicitario.
Sin embargo, y a pesar de la negativa
de la Asamblea Nacional de aprobar el Decreto de Emergencia Económica, el
Gobierno Revolucionario hizo algunos cambios importantes en su Gabinete con la
intención de enfrentar la grave Guerra Económica que padecemos la mayoría de
los venezolanos. Además los cambios a nivel económico han resultado positivos y
específicamente lo que ha tenido que ver con las medidas para reactivar la
economía productiva, las exportaciones y la mirada hacia la agricultura urbana.
Ha sido acertado que se haya estado
movilizando al pueblo a través del Parlamento Comunal y ahora del Congreso de
la Patria. Independientemente de que se repitan muchas caras, es necesaria la
movilización y estar alertas ante los embates de la Derecha, por lo que nuestro
Partido debe tomar iniciativas desde lo local para movilizar, agitar y
concientizar.
También han sido muy importantes los
nombramientos, cambios y enroques en el alto Gobierno. Si bien se han dado
múltiples opiniones, la sola presencia del nuevo Vicepresidente, Aristóbulo
Istúriz, es garantía de acción, eficacia, visión revolucionaria y compromiso a
toda prueba. Tal vez se hayan cometido algunos errores o gazapos. La
designación, por ejemplo, del nuevo Superintendente
Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos ha sido un hecho
lamentable. Ese señor es adulante y complaciente con sus superiores, pero
autoritario, megalómano y conspiracionista con sus subordinados. Además de que los
daños que hizo siendo Ministro de Industria no tienen nombre. Pero apartando
errores como ese (tan graves que me he permitido comentarlo acá) hay aciertos
como los de los Camaradas Luis Salas y Daniel Aponte o algunas ratificaciones
en ministerios claves (Defensa, Planificación y Mujer entre otros), que dan
confianza en esta lucha que libramos contra el capitalismo y contra sus lacayos
nacionales. Son ellos verdaderos baluartes del Proceso Revolucionario.
Pero no solo
debemos poner el acento en lo económico, también lo comunicacional y cultural
es importante, por lo que debemos revisar la programación tanto de los
contenidos como de la forma en todos nuestros medios, teniendo en ese sentido los
Camaradas Luis José Marcano y Freddy Ñáñez, un papel estelar. Tenemos que
mejorar y ampliar las comunicaciones hacia los medios digitales y redes
sociales. Allí hemos estado perdiendo la pelea, pero debemos seguir batallando.
En los
medios privados debemos cuidar no solo los programas sino también las propagandas.
¿Cómo se explica que empresas como Polar, Cargill, Procter & Gamble, etc, estén
presionando a las personas para que consuman productos que, evidentemente,
están escasos? ¿No obliga esto a crear más caos y desabastecimiento? A esto
agreguemos que esas empresas ahora venden toda su producción a las cadenas ANSA
y Makro, dejando por fuera a todos esos abastos, bodegas y pequeños comercios
que son los que llegan a todos los consumidores (sin contar la que presuntamente
sale directo para el bachaqueo y el contrabando). Los capitalistas saben que
fomentan el desabastecimiento con un esquema centralizado de la Distribución,
por lo que la respuesta nuestra debe ser la territorialización y
descentralización de la misma.
Para
terminar, se deben intensificar las capacidades productivas de la nación y
desarrollar nuestro potencial desde lo local, desde Las Comunas, con
creatividad y audacia, fomentando las iniciativas autogestionarias y
propiciando el trabajo colectivo, colaborativo y solidario. No podemos perder
de vista el énfasis que hacía nuestro Comandante en el desarrollo endógeno y en
la construcción del nuevo Estado Comunal, desarrollando desde allí el Socialismo.
Debemos derrotar la falsa idea de creer que la derrota en la Asamblea Nacional
es sólo circunstancial. Es crítica por lo que hay que cambiar lo que veníamos
haciendo como Revolución, si hacemos lo mismo, volveremos a perder. Y no
creamos jamás, como sucedió en Nicaragua con el Sandinismo, que pasado un tiempo
volveríamos al poder. En Venezuela tenemos el petróleo y las riquezas más
importantes del planeta (minería, agua y diversidad biológica) por lo que el
Imperio no dejaría que más nunca gane la izquierda. Nos exterminarían, en el
sentido literal de la palabra.
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