miércoles, 27 de enero de 2016

¿Nos exterminarán?



Omar Gómez
Las colas producto del desabastecimiento programado y la escasez inducida lejos de disminuir después de la victoria de la derecha el pasado 6D, más bien aumentaron. La oferta engañosa de la Derecha fue luego aclarada a aquellos incautos que creyeron en engañadores de oficio: eliminar las colas era solo un eslogan publicitario.

Sin embargo, y a pesar de la negativa de la Asamblea Nacional de aprobar el Decreto de Emergencia Económica, el Gobierno Revolucionario hizo algunos cambios importantes en su Gabinete con la intención de enfrentar la grave Guerra Económica que padecemos la mayoría de los venezolanos. Además los cambios a nivel económico han resultado positivos y específicamente lo que ha tenido que ver con las medidas para reactivar la economía productiva, las exportaciones y la mirada hacia la agricultura urbana.

Ha sido acertado que se haya estado movilizando al pueblo a través del Parlamento Comunal y ahora del Congreso de la Patria. Independientemente de que se repitan muchas caras, es necesaria la movilización y estar alertas ante los embates de la Derecha, por lo que nuestro Partido debe tomar iniciativas desde lo local para movilizar, agitar y concientizar.

También han sido muy importantes los nombramientos, cambios y enroques en el alto Gobierno. Si bien se han dado múltiples opiniones, la sola presencia del nuevo Vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, es garantía de acción, eficacia, visión revolucionaria y compromiso a toda prueba. Tal vez se hayan cometido algunos errores o gazapos. La designación, por ejemplo, del nuevo Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos ha sido un hecho lamentable. Ese señor es adulante y complaciente con sus superiores, pero autoritario, megalómano y conspiracionista con sus subordinados. Además de que los daños que hizo siendo Ministro de Industria no tienen nombre. Pero apartando errores como ese (tan graves que me he permitido comentarlo acá) hay aciertos como los de los Camaradas Luis Salas y Daniel Aponte o algunas ratificaciones en ministerios claves (Defensa, Planificación y Mujer entre otros), que dan confianza en esta lucha que libramos contra el capitalismo y contra sus lacayos nacionales. Son ellos verdaderos baluartes del Proceso Revolucionario.

Pero no solo debemos poner el acento en lo económico, también lo comunicacional y cultural es importante, por lo que debemos revisar la programación tanto de los contenidos como de la forma en todos nuestros medios, teniendo en ese sentido los Camaradas Luis José Marcano y Freddy Ñáñez, un papel estelar. Tenemos que mejorar y ampliar las comunicaciones hacia los medios digitales y redes sociales. Allí hemos estado perdiendo la pelea, pero debemos seguir batallando.

En los medios privados debemos cuidar no solo los programas sino también las propagandas. ¿Cómo se explica que empresas como Polar, Cargill, Procter & Gamble, etc, estén presionando a las personas para que consuman productos que, evidentemente, están escasos? ¿No obliga esto a crear más caos y desabastecimiento? A esto agreguemos que esas empresas ahora venden toda su producción a las cadenas ANSA y Makro, dejando por fuera a todos esos abastos, bodegas y pequeños comercios que son los que llegan a todos los consumidores (sin contar la que presuntamente sale directo para el bachaqueo y el contrabando). Los capitalistas saben que fomentan el desabastecimiento con un esquema centralizado de la Distribución, por lo que la respuesta nuestra debe ser la territorialización y descentralización de la misma.

Para terminar, se deben intensificar las capacidades productivas de la nación y desarrollar nuestro potencial desde lo local, desde Las Comunas, con creatividad y audacia, fomentando las iniciativas autogestionarias y propiciando el trabajo colectivo, colaborativo y solidario. No podemos perder de vista el énfasis que hacía nuestro Comandante en el desarrollo endógeno y en la construcción del nuevo Estado Comunal, desarrollando desde allí el Socialismo. Debemos derrotar la falsa idea de creer que la derrota en la Asamblea Nacional es sólo circunstancial. Es crítica por lo que hay que cambiar lo que veníamos haciendo como Revolución, si hacemos lo mismo, volveremos a perder. Y no creamos jamás, como sucedió en Nicaragua con el Sandinismo, que pasado un tiempo volveríamos al poder. En Venezuela tenemos el petróleo y las riquezas más importantes del planeta (minería, agua y diversidad biológica) por lo que el Imperio no dejaría que más nunca gane la izquierda. Nos exterminarían, en el sentido literal de la palabra.

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