Omar Gómez
@omarfgomez
Este
miércoles 28 de mayo, en un acto de la
más clara injerencia, la
Cámara de Representantes del Congreso estadounidense aprobó un paquete de sanciones a funcionarios venezolanos
por supuestas violaciones a los derechos humanos, vetando el ingreso de los
mismos a los EEUU y el congelamiento de activos en territorio gringo. Este
pronunciamiento se dio en medio de las denuncias que el Alto Mando de la
Revolución expresaba a los medios de comunicación en donde revelaba detalles
del Golpe de Estado y del Magnicidio.
Las
guarimbas que no han cesado y los pronunciamientos estadounidenses, unidos al
sabotaje a la producción, la especulación, el contrabando, el acaparamiento, los
desabastecimientos programados y selectivos, el Golpe de Estado y el Magnicidio,
todos estos elementos, configuran una agenda de guerra abierta contra el
Gobierno Revolucionario y contra los chavistas.
En esta
guerra el Gobierno Nacional y el PSUV deben convocar a los sectores
revolucionarios y a todo el pueblo a la calle a defender nuestra independencia
y soberanía ¿Cúando se va a convocar una concentración a las puertas de la
embajada estadounidense en repudio al financiamiento al Golpe y al Magnicidio?
¿Cuándo se va a convocar al pueblo a repudiar al Imperialismo y a defender
nuestras conquistas? ¿Se han generado las órdenes de captura contra los
implicados en el Golpe de Estado, o estamos esperando que salgan del país?
Me
disculpan la carga emotiva en estas palabras, pero hay inconformidades que hay
que expresar. En quince años de agresiones del Imperio contra la Revolución,
NUNCA hemos ido a decirle, directamente al Imperio en su embajada, lo que
realmente siente el pueblo venezolano. Cuando el movimiento popular se ha
querido acercar, la respuesta siempre ha sido que debemos esperar el momento
político y las órdenes de “arriba”.
Otro tema
es el de la impunidad. Esta ha sido total y si nos vamos a evaluar cómo han
sido las respuestas a los secuaces de los gringos en el país, la molestia se
acrecienta. Tenemos a un Capriles que luego del proceso electoral del año
pasado y luego de una decena de muertos generados por su culpa, sigue libre con
total impunidad. El “periodista” Bocaranda que mostró las fotos diciendo que en
los CDI se estaban quemando las boletas electorales sigue impune caminando por
ahí. La embajadora panameña, después de todo lo que ha hecho, sigue impune. Y
la peor sospecha que se tiene es que uno no sabe si los golpistas del 2002,
Molina Tamayo, González González, Guaicaipuro Lameda, Carmona Estanga, Orlando
Urdaneta, etc, etc, estén deambulando por el país con la misma impunidad con
que estuvo el expresidente y prófugo de la justicia venezolana, el Sr.
Lusinchi, quien estuvo libremente durante SEIS años en Venezuela. Por allí anda
también un empresario que decía que él especulaba pero daba empleo. Aún confeso
de su delito está en total libertad.
¿Cuándo le
vamos a pedir Visa a los gringos que deseen visitar a Venezuela? Debería haber
un trato recíproco al que reciben los venezolanos que van a los EEUU. ¿Si EEUU aplican
sanciones a funcionarios venezolanos, haremos lo mismo con ellos?
No soy
optimista con esto y a los hechos me remito. De acuerdo al quinto Objetivo Histórico
del Plan de la Patria, todos deberíamos estar comprometidos en la defensa del
ambiente y en la preservación de la vida en el planeta. Sin embargo, la semana
pasada firmamos, a través de la empresa mixta Petrowayuu, unos convenios para
la explotación de reservas de petróleo y gas de esquisto en el occidente
venezolano. Para estas explotaciones se estarán usando las “novedosas” técnicas
de fractura hidráulica, totalmente rechazadas a nivel mundial por ser altamente
contaminantes, generadoras de desequilibrios ambientales, por aumentar las
actividades sísmicas y por destruir manantiales y pozos subterráneos en todo el
mundo. Los EEUU y Canadá son de los pocos países en el mundo que defienden el
Fracking. Imaginen el impacto desastroso en la cuenca del Lago de Maracaibo. Esto
será un crimen ambiental que cuenta con una sospecha de impunidad.
El PSUV
debe levantar una voz contundente de denuncia en el caso de la explotación
petrolera a través de las fracturas hidráulicas, debe obligar al Gobierno y a
la Fiscalía a luchar de manera más eficaz contra la impunidad y en el III Congreso
próximo a realizarse debe convocar al pueblo a que se incorpore en la defensa
en la calle de la Revolución. ¡¡ No le tengamos miedo al pueblo, vamos a la
calle !!