Omar Gómez
El
PSUV es el partido que comenzó a construir el Comandante Chávez. Luego de su
partida física se desataron los demonios del egoísmo y del oportunismo los
cuales han querido destruir su obra, tomando como objetivo principal eliminar el
Partido.
Preocupa
lo que sucede en la actualidad. Muchos ocultan su simpatía por el PSUV, otros
evaden la discusión y prefieren "evitar problemas" y hay quienes, más
débiles ideológicamente, se suman a la crítica malsana y destructiva ¿que hay
problemas en el PSUV? lo sabemos ¿que hay problemas de clientelismo, de
corrupción, de nepotismo, de burocracia? lo sabemos. Y porque lo sabemos, los
militantes del PSUV tratamos de corregir, de denunciar, de superarnos.
El
Presidente del Partido, a través del Comando Central Bolivariano, declaró el
pasado 20 de febrero la reorganización del Partido en todos los niveles. Esta
es la oportunidad para adaptar el Partido a la realidad que implica enfrentar
un enemigo en un escenario de guerra. Para esto debemos avanzar en una serie de
planteamientos que son cruciales para tener un Partido eficiente de cara a los
futuros combates que le esperan a la Patria. De estos planteamientos hay dos
que son importantes de destacar para presentarlos al debate público.
En
primer lugar, debemos estar convencidos de que nos encontramos en una Guerra
contra la Revolución, en donde la escasez y la inflación inducida, el
acaparamiento, el contrabando y la especulación se unen al Paramilitarismo, las
campañas por los medios de comunicación y por la Web, además del sabotaje
financiero junto con los ataques a la moneda. Todo ello configura un escenario
de guerra que muchos de nosotros no lo perciben. Algunos militantes del PSUV
creen que esto es propaganda y otros incluso llegan a decir que están cansados
de escuchar el mismo discurso. El tema es que la Guerra es real, es cierta y se
expresa en los elementos antes señalados.
En
segundo lugar, el tema de la unidad debe ser vital para poder avanzar en la
construcción del Socialismo. Debemos hacer todos los esfuerzos posibles para
lograr y mantener la unidad, no solo del Polo Patriótico, sino de todas las fuerzas
progresistas del país, del poder popular y de los movimientos sociales que
hacen vida activa en el país. Pero esta unidad jamás debe ser a costa de perder
nuestra identidad ni tampoco a costa de ceder en principios fundamentales como
la construcción del socialismo, la identificación de nuestros enemigos y el
acercamiento a nuestros aliados.
En
ese sentido se ha dado un debate en los últimos días en torno a la renovación
de los partidos políticos en donde algunos de estos han tomado posiciones de
ataque hacia el PSUV que a todas luces son desconsiderados e irrespetuosos. Han
pretendido hacer ver que el cumplimiento de las normas electorales debe tener
tratamientos especiales hacia algunos partidos, que por simplemente estar en el
Polo Patriótico los hace merecedores de ciertas excepciones. Además nos han
querido comparar con partidos como Acción Democrática o Copei, aquellos que
imprimieron una desmedida carga represiva a la forma de hacer gobierno.
Producto
de ese debate, la actitud de algunos dirigentes del Polo Patriótico ha sido la
de calificarnos de anticomunistas, de que le hacemos el juego a la derecha, que
los agredimos por ser aquellos quienes supuestamente movilizan al pueblo, etc,
etc. Ante esos ataques, nada mejor que invitar al estudio del Libro Rojo, para
recordarle a todos, militantes, simpatizantes y los que no están en el Psuv algunos elementos que nos definen.
Somos
un partido marxista, por lo tanto reivindicamos el Comunismo y el Socialismo
como modelos de sociedad superiores al Capitalismo y hacia donde queremos
avanzar. No somos un partido Marxista-Leninista, por lo que podemos apreciar
que nuestra estructura partidista reivindica por un lado el Centralismo
Democrático y por otro lado las decisiones y liderazgos colectivos, combinando
un partido de cuadros con un partido de masas. Reivindicamos, tal como lo hizo
nuestro Comandante Chávez, los grandes aportes que hizo a la Revolución Mundial
y al Socialismo tanto a Lenin como a
Trotzky, a Mao, a Fidel y a tantos otros. Sin embargo, estamos en la búsqueda y
construcción de nuestro propio modelo de socialismo, bolivariano, que supere
las concepciones europocéntricas, que tome en cuenta nuestro carácter indoafroamericano,
que beba del árbol de las tres raíces, y que tenga el amor del Comandante
Chávez como motor del accionar político.
Somos
un partido antiimperialista, un partido que cree en la Revolución, con una
inmensa carga de Humanismo, que respeta las diversas posturas religiosas del
Hombre, que lucha por un ecosocialismo militante, que es profundamente feminista,
que no ocultamos para nada nuestra militancia, que desde la práctica construye
un Estado Comunal, que cree en los procesos de liberación nacional y que
practica el internacionalismo proletario.
Por
estas razones somos orgullosamente del PSUV. Somos pueblo militante haciendo
Revolución, con el Comandante Chávez como ejemplo y con Nicolás Maduro como
principal conductor de un proceso que tiene al pueblo todo como protagonista.
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