martes, 20 de septiembre de 2016

El desafío de la revolución bolivariana

Rafael Febles
La Revolución Bolivariana luego de la desaparición física del líder que continuó el legado de nuestro Padre de la Patria y que hizo de nuevo renacer la doctrina central del planteamiento de un país nuevo, soberano, independiente, integrador, humanista y universal conjuntamente con las acciones que involucran la continuidad de los postulados y ante la desaparición física del líder de esta nueva etapa de acercamiento con la justicia social, la inclusión de los olvidados de siempre, se enfrenta a nuevas coyunturas; ahora bajo el mandato de un nuevo líder que designado por el comandante eterno, ha enfrentado múltiples avalanchas de ataques, desde el frente exterior y por supuesto interior.

En relación a los múltiples eventos y ataques contra el proyecto de país que arrancó y que debe ser irreversible bajo la consolidación de lo hecho y la profundización del hacer, traemos unas palabras del historiador inglés Arnold Toynbee, que nos pueden dar algunas luces sobre el futuro y las cosas que seguramente se continuarán enfrentando:
"Siempre hay crisis fundamentales en el interior de las civilizaciones. Son desafíos que exigen una respuesta. Si el desafío es mayor que la capacidad de respuesta, la civilización entra en un proceso de colapso. Si la respuesta ante el desafío es excesiva, surge la arrogancia y el uso abusivo del poder. El ideal es encontrar una ecuación de equilibrio entre el desafío y la respuesta de forma que la civilización mantenga su cohesión, se enfrente a nuevos desafíos y prospere"
Indudablemente que esta situación en busca del equilibrio en nuestro caso ocurre en la ostentación del poder por vía de la elección popular y el respeto a los derechos humanos y las instituciones que conforman el Estado Nacional como tal. No basta con el ejercicio del poder en si mismo, sino de la determinación del para quien se gobierna y en función de que intereses se haga. En Venezuela, lo sabemos, el desafío de llevar adelante las transformaciones está directamente relacionado con la palabra del hacia donde se va, cuales son las transformaciones necesarias en el contexto de la acción de gobierno de carácter revolucionario que ha dado por llamarse Revolución Bolivariana, todo bajo la inspiración del Socialismo del Siglo XXI, como bandera ineludible, que comenzó en el año 1999 al frente de nuestro líder máximo que supo sortear todos y cada uno de los obstáculos que se presentaron en el tiempo.
Esa ecuación de equilibrio, como lo indica Toynbee, es precisamente el candado del proceso revolucionario a nuestra manera de ver, tal las cosas; veamos, por una parte el gobierno del Presidente Maduro como antes de Chávez, es tildado como una dictadura y violador de los derechos humanos, que el sistema judicial obedece a los lineamientos del gobierno y que ha expropiado indiscriminadamente a cientos de empresas y tierras productivas; entre otras incidencias que obedecen a la aplicación de medidas alejadas del sentimiento de unos y cercanas a una nueva casta de políticos enquistados en el poder; ahora bien, si esto fuera cierto, la ecuación no existiría, de tal manera que estaríamos atravesando una crisis descomunal, lo cual por supuesto no es cierto y de comprobación tangible y notable.
El éxito de la Revolución Bolivariana radica precisamente en todo lo contrario a los falsos positivos y malos augurios de la prensa nacional e internacional dominada por los grandes capitales, la mentira tratada de forma a veces sublime y convertida en verdad sesgada e interesada, lo que implica por mampuesto digamos, que todo lo que se ha hecho es beneficioso para el pueblo y en razón de esa verdad ineludible es que amenazan, elaboran e implementan estrategias de todo tipo para dañar la economía a partir de mecanismos perversos que han horadado significativamente la estructura de precios, la distribución y comercialización, la denominada guerra económica no es ficción es la cruda verdad que igualmente ha incidido en producción de bienes hacia niveles inferiores a la capacidad instalada, no es cuento que por otra parte y aunado a la baja sustancial en los precios del petróleo, generaron en cierta medida la paralización del aparato productivo nacional evidenciado en los resultados del Producto Interno Bruto en los últimos tres años, amén del histórico de la baja inversión del empresario en Venezuela, dado el rentismo petrolero que no permitió a tirios y troyanos ver más allá, inclusive de planes de la nación y presupuestos que por cierto en los últimos diez años han sido objeto de modificaciones importantes en los montos asignados a la inversión social.
Ante esta realidad insoslayable podemos conocer de mejor manera la calidad y cantidad de los desafíos a enfrentar bajo la lupa sin desvíos innecesarios hacia el cumplimiento en primer lugar del Plan de la Patria, es decir la elaboración e implementación del Presupuesto Nacional hasta el año 2019, esto entre otras razones impone la direccionalidad política y la orientación económica en el marco de la realidad nacional e internacional, considerando las alianzas con países aliados y amigos con la integración necesaria y útil para los fines de la defensa y consolidación del proceso que transitamos y que seguros debemos estar , lo que ofrecerá a nuestro pueblo mayor suma de felicidad.
Luego la gestión de gobierno debe y puede ser más efectiva aunque para ello es imprescindible que el Estado que aún tenemos, sufra una metamorfosis severa, audaz y lejos de individuos como se llaman muchas veces planificadores académicos, por supuesto sin descartarlos. por el contrario, en nuestra opinión lo prioritario es la elaboración de principios éticos que anulen la misión y visión actuales y conviertan con medidas de orden institucional mecanismos y procedimientos consonos con la necesaria convocatoria del poder popular organizado que en primer lugar deben provenir de las mismas instituciones en complementariedad con la organización del partido y los aliados del polo patriótico.
Si no mejoramos la estructura del Estado actual, poco podemos hacer en el enfrentamiento de las dificultades que se presentan en esta área vital para el cumplimiento de metas y objetivos; además necesario es, evaluar en estricto el compromiso de todos y cada uno de aquell@s que ejercen cargos de dirección bajo un estudio concienzudo basados en lo que hacen y como lo hacen, que resultados se obtienen y opiniones vertidas entre compañeros, etc.
Por último, el mayor desafío debe y está en nosotros mismos, en los dirigentes y en la capacidad para determinar el rumbo, en ello, la confianza en la dirección debe de alguna manera pasar por proceso de blindaje que garantice el rumbo cierto y la necesaria profundización del proceso y para ello, el contenido político ideológico debe ser una tarea impostergable, alejado del pragmatismo yendo al alfa y omega del todo; tarea guiada y consensuada a partir de un manual para que no haya disgregación en los contenidos y estructura de lo ideológico.

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