Rafael Febles
En la calle del medio, donde suelen transitar los seres dignos, no hay
lugar ni espacio posible para irreverentes , las vacilaciones no existen
como de ninguna manera los traidores, todo absolutamente todo, es
frecuencia de verticalidad, no nos imaginamos a otros que fácilmente
cruzan la frontera muy visible que los hace vulnerables, ellos son los
que andan en espacios carcomidos por el germen de la mentira, la
mediocridad y el ostracismo social.
En la Calle del Medio solo andan los patriotas de hueso duro de roer,
los comprometidos de alma mente y cuerpo , los que con la utopía a
cuestas, sueñan y cantan con el futuro y la esperanza; esos mismos que
doblegan la espada ajena, la que no tiene punta que brilla, la que
acribilla, la que huye del amor y la inclusión.
En la Calle del Medio, están los que ayer lucharon y jamás se han
rendido, los que mantienen en sus bóvedas de vida la rectitud hecha
constancia, los que hoy ofrecen como antes sus esfuerzos y vida por la
patria que nunca verán, los verdaderamente revolucionarios, es decir la
esencia misma de la vida transformada en compromiso eterno.
En la Calle del Medio, no pueden pasar los impuros de alma, los
engañadores de oficio, los que ayer horadaron el sentido y hoy
vilipendian a la patria. Bajo la más feroz entrega al foráneo, al
invasor invisible, al culpable del alma innoble, al fraticida inocente a
veces, al que odia sin motivos, al que no tiene motivos por no tener
nada, al desenfrenado hecho de orchata, al meláncolico de recuerdos de
entrega, al triste de vida triste, al que renuncia a la patria sin
renunciar a ella, al que entrega sus hijos en brazos de la vileza, en
fin, al que no tiene corazón de patriota, al que no le duele el dolor
ajeno, al hace mutis frente a la injusticia, el todo resume que el norte
de la frontera patria se extiende hacia todos lados sin límites y
abandono de coordenadas.
La Calle del Medio es igual a la renuncia de privilegios, de abandono
del ser burgués, de la asunción de la igualdad social, de la igualdad de
género, del compartimiento del bien material, del apartado del egoísmo
funcional, de la envidia social, del ser por encima del tener.
La Calle del Medio no es vitrina de cuerpos para la exhibición, no es
camino de andar sin pensar,de recorridos furtivos, de banalidades
culturales, de palabras vacías, de estereotipos sonrojados, de canaletes
de viaje, de tarrayas sin huecos, de propaganda maligna y subliminal.
La Calle del medio es recorrido para la vida, es encuentro de futuro, es
esperanza y buenos presagios, es el amor en la lucha diaria, es el
combate de las nuevas generaciones, es sobremanera dar y responder los
buenos días.
Me puedo hacer muchas preguntas y encontrar respuestas inmediatas, esa es la Calle del Medio. Cualquiera en la Calle del Medio, puede aclarar dudas y confusiones, es un diccionario abierto que despierta letargos y vuelve a la vida, la simplicidad y el diálogo es un norte necesario; capacidades por doquier nos indican que no hay gente en el aire de las ideas, el alimento es la ideología sencilla, basta la buena voluntad, todos buscan la felicidad hecha vida y combate, esa es la Calle del Medio, donde los honestos caminan sin sombras y donde el árbol de la vida nos da sombra e ideas.
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