Omar Gómez
La
decisión que los venezolanos debemos tomar este 6D está absolutamente clara,
debido a lo nítido con que se observa la diferencia entre los grupos que se
están enfrentando. Por un lado tenemos a la unidad perfecta, representada por
el PSUV y la alianza de los partidos progresistas que juntos conforman el Gran
Polo Patriótico. Por el otro lado está la más variada demostración antiunitaria
de fuerzas que se enfrentan al legado de Chávez. Veamos.
Por
un lado, en esa oposición se encuentra la MUD que aglutina a Acción
Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular a veces Copei y a otros
micropartidos. La MUD agrupa a los partidos más poderosos de la oposición que
son los que han manejado los contactos con la embajada gringa, solicitando
dólares para enfrentar la Revolución a cambio de regalar el país una vez que
hayan ganado las elecciones. La MUD es la que llama al Cambio, sin embargo no
dice que ese cambio lo representan Ramos Allup, Capriles o Leopoldo López. Es
decir, hablamos de un Cambio pero hacia el pasado, hacia la 4ta, hacia lo más podrido
de la política.
Otro
grupo de oposición son los disidentes de la MUD, en donde se encuentra el MAS,
Bandera Roja, y cualquier cantidad de grupúsculos los cuales cuentan con más
dinero que gente. Vemos la publicidad del MAS en TV, por ejemplo, y uno se
pregunta ¿de dónde sale ese dinero? Es muy difícil pedirle a alguien que nombre
más de cinco dirigentes del MAS, porque se acaban los nombres. BR tiene su
nómina también muy escuálida, producto principalmente de las depuraciones
hechas en Revolución de los cuerpos de seguridad del Estado, en donde estaba la
mayoría de su militancia. Otros partidos históricos pero sin gente, han
postulado candidatos diferentes a los de la MUD, tales como URD y OPINA. Han
surgido también candidaturas que se salieron del cerco de la MUD, como la de
Gómez Sigala en Lara, pero que en lo programático y en lo entreguista no tienen
diferencia con la MUD, sólo la apetencia de un curul en la Asamblea Nacional.
Y
por último están los "Chavistas-No-Maduristas", aquellos que saben la
fórmula mágica para construir el Socialismo y que son los únicos que
interpretan cabalmente el pensamiento de Chávez, descubriendo hasta los errores
del Comandante, como por ejemplo el de haber elegido a Maduro como su sucesor. Esa
mínima marea de preclaros dirigentes participan en las elecciones con tarjetas
que en otros lados postulan a unos candidatos de dudosa orientación chavista.
Micropartidos como "Joven" apoyan a estas individualidades, pero
también apoyan a Pablo Medina, por ejemplo.
Por
el otro lado tenemos, enfrentado a la oposición antes descrita tenemos al Gran
Polo Patriótico, mostrando en la práctica lo que es la Unidad dentro de la
Diversidad. Reivindicando el Pensamiento del Comandante, orgulloso de los
logros de su hijo, nuestro Presidente Obrero, y con el trabajo de calle
constante, se presenta el GPP como la opción que se contrapone al entreguismo y
a la traición a la Patria. Los candidatos del GPP son los mejores y de eso no
hay duda. Basta con ver, por ejemplo, la lucha en el Circuito 3 de Caracas. Se
enfrenta un joven profesional, politólogo, padre, trabajador y curtido en las
luchas sociales como lo es Daniel Aponte, con un discurso que reivindica la
Patria y la soberanía. Sus contendores son Ramos Allup, defensor de Cristóbal
Colón y de cuanto Imperio se le atraviese por delante, entreguista y traidor a
más no poder. Ramos Allup ya era diputado cuando Daniel Aponte no había nacido,
y él dice que es el Cambio. Tenemos también en el mismo circuito a Pablo Medina, un paria apoyado por el MAS y
Bandera Roja, y la otra candidata, Berenice Gómez, alias "La Bicha",
que como es una dama no diremos nada de esta "Bicha".
Esas
son las opciones que tenemos para este 6 de diciembre. O entregamos la Patria,
o nos decidimos a continuar con la transformación social y la construcción del
Socialismo. O traicionamos a Bolívar, o continuamos con el Legado de nuestros Libertadores.
Tan claro como la Luna llena.
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