Omar Gómez
Este
domingo 18 de octubre se realizó el simulacro electoral organizado por el CNE, único
arbitro legítimo de los procesos electorales en Venezuela. En otras
oportunidades, la realización de los simulacros ha sido un termómetro de la
participación electoral de los grupos que están compitiendo, sirviendo para que
los mismos puedan afinar estrategias de cara a los actos electorales. Sin
embargo, en esta oportunidad la oposición no participó.
Pensamos
que efectivamente fue así, que la oposición no participó, porque de lo contrario
sería hasta ingenuo creer que los revolucionarios vamos a sacar el 95% de los
votos, porcentaje correspondiente al resultado del simulacro del pasado 18.
Esto a pesar de que varios dirigentes de oposición llamaron a votar.
Para
lo que realmente sirvió el simulacro fue para revisar la maquinaria roja, en
dónde funcionó la convocatoria, dónde hay que reforzar, cómo estuvo la
logística, los 1X10, etc, etc. Todos estos elementos son de un importantísimo
valor porque van aceitando esa poderosa maquinaria preparándola para lo que sin
duda va a ser una nueva victoria del Chavismo este 6 de diciembre.
Los
números que maneja la oposición, en donde señalan que ellos cuentan con el 80%
de los votos son exageradamente dudosos si tomamos en cuenta la importante
votación que tuvo el chavismo en el simulacro. Concretamente en Caracas, la
participación fue lo suficiente como para ubicarla en los valores históricos
que ha tenido el Partido, aunque podemos hablar de sitios en donde la
participación fue bien alta.
En
el Circuito 3 de Caracas, por ejemplo, en donde la juventud y la esperanza
están representadas por el Camarada Daniel Aponte, la participación del PSUV y
del GPPSB estuvo por encima de lo esperado, demostrando el sentimiento de
aceptación que ha generado esta candidatura, la cual cuenta con la gran ventaja
de enfrentarse a lo más evidente del fracaso del puntofijismo: al Sr. Ramos
Allup. Este último representa lo peor de la política, el ejemplo que jamás
deben seguir las nuevas generaciones, representa el atraso, el entreguismo al
imperialismo y representa también la esperanza del Capitalismo para vendernos
nuevamente al FMI. El Sr. Ramos Allup es la expresión antihistórica del
colonialismo, reivindicado por su gran héroe, Cristóbal Colón, contrastando con
lo nuevo y lo bueno, la forma de hacer Política con mayúscula y la defensa a
ultranza de nuestra Independencia. La contienda en el Circuito 3 de Caracas
pudiera verse como el enfrentamiento entre Cristóbal Colón y Guaicaipuro, es decir,
entre el Imperialismo y la Revolución.
Luego
del Simulacro, a los revolucionarios no nos queda la menor duda del triunfo del
6 de diciembre. Sabemos que para llegar victoriosos debemos trabajar con
perseverancia, muy duro pero con optimismo y con fe. No debemos caer en el
triunfalismo pero tampoco en la desmoralización. Sabemos que el mensaje
fundamental es el de explicar a aquellos que están confundidos cuál es el
origen de la guerra económica tan despiadada que vivimos, cómo el imperialismo
desea hacerse con nuestras riquezas, debemos explicar la importancia de la
Asamblea Nacional y la necesidad de derrotar la abstención. Esta es la vía para
consolidar el triunfo que tendremos, para seguir en la construcción del
Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, siempre con el legado de nuestro
Comandante Eterno Hugo Chávez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario