Omar Gómez
@omarfgomez
Desde que se inició la Revolución Bolivariana, los ataques contra la
misma no han cesado. Golpes de Estado, paramilitares, sabotaje
petrolero, asesinatos, intentos de magnicidio, campañas de guerra sucia
por los medios de comunicación, en fin, han sido despiadados contra
nosotros. Sin embargo, desde que inició el Gobierno de nuestro
Presidente Obrero, la derecha venezolana y el imperialismo internacional
han arreciado en estas agresiones.
El Ataque ha sido envolvente, desde diferentes sectores, cruel y sin dar
cuartel. Nos han atacado directamente a través de las Guarimbas, con la
salvaje Guerra Económica, con los medios de comunicación, con los
asesinatos de dirigentes y escoltas como nuestro recordado Robert Serra.
Pero no sólo desde adentro ha sido el ataque, también ha sido a nivel
internacional, con la baja de los precios del petróleo, ocasionado por
la creciente oferta de hidrocarburos provenientes de las prácticas de
Fracking, las cuales a pesar de generar costos elevados, los EEUU los
subsidia con el fin de lograr arrodillar a Venezuela, Irán y Rusia con
quienes tiene grandes enfrentamientos. Aparte de la baja del petróleo
nos han atacado golpeando la moneda, creando mecanismos ficticios de
conversión de la misma, abultando artificialmente las divisas a través
de portales claramente manejados por la gusanera de Miami y Cúcuta.
Pero estos ataques no se han quedado allí, no ha bastado la Guerra
Económica, la subida artificial del dólar y la baja del petróleo. Ahora
el Imperialismo ha escalado sus agresiones y, luego de lograr una
victoria en Guyana, y en evidente componenda con la Exxon Mobile, han
orquestado una campaña de agresiones y de malentendidos contra nuestra
República, tratando de generar un conflicto que puede rozar lo bélico.
Para demostrar esto basta con hacer el seguimiento a un conjunto de
declaraciones que desde semanas y meses atrás viene haciendo la
oposición en torno al diferendo con Guyana. Empezaron el ablandamiento a
través de los medios y de sus declaraciones convenientemente favorables
a Guyana. Luego entra el discurso guerrerista del Presidente de Guyana y
luego viene el momento del estallido del conflicto cuando se instala la
Exxon Mobile en aguas del territorio en reclamación. La ultraderecha
venezolana, evidentemente, abonó el camino para preparar a la opinión
pública en contra del Gobierno, primero haciendo ver que no hacíamos
nada en torno al problema y luego haciéndonos ver como un país agresor.
Pero el Imperialismo también tenía esto planeado. Es así como vemos que
durante la campaña y luego durante las elecciones realizadas en Guyana,
éste financió a través de la Exxon Mobile, a las dos alianzas que
apoyaban al Ex General David Granger, estos son la AFC (Alianza por el
Cambio) y la APNU (Alianza para la Unidad Nacional). Luego de intervenir
abiertamente con jugosos financiamientos, estos dos partidos lograron
alzarse con el 50,5% de los votos, imponiéndose por 4.500 votos por
encima del hasta ese momento gobernante partido PPP (Partido Progresista
del Pueblo). Es de hacer notar que nuestro Comandante Chávez y luego
Nicolás Maduro, tuvieron y tienen excelentes relaciones con el PPP.
Luego de ser electo Presidente, el 16 de mayo, el Ex General David
Granger se ha dedicado a devolver los favores recibidos. Estos han
consistido en aprobarle a Exxon Mobile enormes contratos sobre el
petróleo y el gas que se encuentra en territorio guyanés y en el
territorio en reclamación, lo cual ha sido obviamente protestado por el
país. También se ha dedicado a presentarse como una víctima ante los
países del Caricom, anunciando agresiones que no existen, además de una
fuerte diplomacia de micrófono, altamente ofensiva y que para nada puede
ser tolerada por Venezuela.
Ante este escenario es importante mantener y aferrarnos al Acuerdo de
Ginebra, firmado en 1966, establecer una Diplomacia basada en la Paz,
con la verdad por delante y movilizarse activamente, ante el Caricom,
ante la Unasur, ante la Celac y ante las Naciones Unidad para desmontar
el discurso que pretende hacernos ver como los agresores y a Guyana como
la víctima. Afortunadamente el Presidente Nicolás Maduro ha manejado de
manera muy acertada esta crisis y sus orientaciones son totalmente
correctas, por lo que debe ser respaldado por todo el pueblo venezolano,
incluyendo a quienes no creen en él.
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