miércoles, 16 de abril de 2014

Protestas vs Guarimbas



Néstor Aponte
Resulta importante para entender el desarrollo de la lucha de clases y el estado en que se encuentra la relación de fuerzas en esa lucha establecer las diferencias entre las protestas de la clase trabajadora y las guarimbas de la burguesía y pequeña burguesía pro-imperial.
Aunque los medios de comunicación internacional presenten estas manifestaciones de lucha fascista como si fueran de igual naturaleza a las protestas desarrolladas por la clase trabajadora; la realidad, es que responden a diferentes intereses, persiguen objetivos distintos y aplican métodos de lucha diametralmente opuestos. En el marco de un sistema capitalista la protesta de los trabajadores tiene en un primer momento una carácter reivindicativo y re- distributivo de la riquezas y el plus valor que se genera en la sociedad. Esa misma protesta en un estado superior,  transforma  la lucha re- distributiva en una lucha por un cambio de la sociedad; esto es, del capitalismo al comunismo, dada la imposibilidad de lograr en el capitalismo la justicia que nace de la justa re-distribución de los ingresos y plus valor en la sociedad. En el transitar de las distintas etapas de esa lucha de clase los distintos sectores de la clase trabajadora van rompiendo gradualmente con sus cadenas ideológicas de dominación; a fin de, lograr un estado de consciencia que les permita asumir el papel protagónico que se requiere de ella en la toma del poder económico, político y social de la sociedad. Una consciencia que le de cause a la justicia y la felicidad de los seres humanos en general. Cuando los intereses que se promueven en la protesta están vinculados con la clase trabajadora y sus objetivos están centrados en la toma del poder económico, político y cultural entonces sus métodos de lucha están orientados a profundizar la participación y la consciencia de todos los trabajadores; incluyendo, en esa participación a todos aquellos que se ven limitados en sus necesidades materiales y espirituales de vida en virtud de la demanda de acumulación de capital de la burguesía y el imperialismo norteamericano. En ese contexto, son tareas de la vanguardia revolucionarias el despliegue de las fuerzas revolucionarias de la clase trabajadora para movilizar y canalizar la participación y acción ideológica de los trabajadores contra la represión burguesa.
Por su parte, las guarimbas fascistas responden a intereses propios del estado imperial norteamericano y de la burguesía nacional pro imperial. La pequeña burguesía y los sectores reaccionarios de clase trabajadora; junto al lumpen proletario oportunista (caracterizados por los algunos delincuentes) encuentran en los intereses imperiales una forma de retaliación política, económica y social frente a lo consideran una agresión hacia ellos; esto es, una mejor redistribución de riqueza en la sociedad. Retaliación que se expresa en la exclusión, la discriminación y el racismo hacia el otro; hacia la clase trabajadora y campesina. Es el conservadurismo capitalista expresado en sus obedientes mancebos. Los objetivos de las guarimbas están orientados a la retoma autoritaria y brutal del poder económico, político, social, cultural y militar perdidos o reducidos por los representantes de los intereses imperiales. Y eso objetivos se pretenden lograr  negando al otro, deteriorando el ambiente limpio en las ciudades; así como, la convivencia ciudadana, criminalizándo las relaciones de solidaridad humana del venezolano. Desactivando cualquier aplicación de la justicia (dándole rienda suelta a los  hechos violentos) y ejerciendo la más brutal violencia para quien piense diferente. Su métodos de lucha van dirigidos a ejercen un terror sobre la clase trabajadora y la clase campesina, a fin de paralizar su capacidad de acción y anular su consciencia; pero, también va dirigida a provocar estados alterados de conciencias, sobre los grupos fascistas, que reduzcan su capacidad de convivencia ciudadana facilitando que realicen acciones más violentas e irracionales. Sus métodos de lucha son diseñados por militares del ejército norteamericano bajo perspectivas sociológicas, psicológicas, comunicacionales y militares para ser ejecutados por los grupos más oportunistas de la delincuencia mercenaria (desadaptados, pranes, paracos, personal de los servicios de seguridad privada y sicarios) bajo la mampara de manifestaciones o de forma aislada. Estos grupos violentos se ocultan en la falta de responsabilidad política e individual, en las redes “sociales”, en los ataques de hacker y en el foquismo cobarde y virulento. Grupos que encuentran su apoyo en la diplomacia, el sistema financiero y el aparato comunicacional de sus padrinos imperiales. El objetivo de las guarimbas es crear una división de la sociedad basadas en la exclusión, la discriminación, la intolerancia religiosa y el racismo; ocultando, por esa vía cualquier vestigio de lucha de clase. Pero, ese objetivo es complementario de uno mayor que pretende convertir a la guarimba en una expresión nacional de una guerra asimétrica que se libra en el plano internacional por el imperio norteamericano contra Venezuela.
Los métodos de lucha de la clase trabajadora (con las protestas) y del fascismo  (con las guarimbas) son distintos porque responden a intereses y objetivos diametralmente diferentes y enfrentados. De allí nuestra necesidad de combatir estos métodos en el plano cibernéticos con nuestros hacker; así como, en el usos masivo de redes sociales propias. En el plano económico, el desabastecimiento y la especulación con redes solidarias familiares, comunales y con la producción casera; así como, con organización de los consumidores y producción nacional. El aislamiento internacional cooperación latinoamericana y con acuerdos de cooperación con países con capacidad económica, diplomática y militar para enfrentar esta guerra internacional asimétrica. Pero, también estamos obligados a dar la contra ofensiva con contactos personales en las redes comunitarias de internet, en las radios y televisoras alternativas o grupos de opinión nacional e internacional; así como, en los foros internacionales. Estamos obligados a decir la verdad y a re- equilibrar esta guerra sin cuartel que nos ha declarado el imperio norteamericano. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, carajo!

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