El triunfo del Socialista Francois Hollande, pone de nuevo
en la mesa el debate sobre el Socialismo. Aquí se quiere aclarar el tema del
socialismo, por cuanto muchos como Hollande, o como Zapatero, se definen como
socialistas.
A nivel mundial, los partidos políticos y con ellos las
ideologías que representan, se han nucleado en torno a organizaciones o
agrupaciones que buscan consolidar determinadas corrientes del pensamiento. Es
así que con las apariciones de las Internacionales, agrupaciones obreras que se
organizan desde el siglo XIX se ha tenido la posibilidad de aclarar el panorama
en relación a quiénes son nuestros aliados y quiénes no, a nivel mundial. Lo
que en muchos países se conocen como partidos socialistas, o socialdemócratas o
progresistas son organizaciones que se han afiliado a la Internacional Socialista
y en la cual están partidos como el PSOE español, el PS francés, el griego y el
portugués, AD en Venezuela o el APRA en Perú.
¿Pero de qué socialismo nos habla la Internacional
Socialista? Nos habla de un socialismo
en el que los trabajadores y empresarios tienen al Gobierno como un árbitro que
puede mediar entre los conflictos y llevar al país hacia su desarrollo. Este
pacto social (recuerdan el programa de Jaime Lusinchi) permitiría incrementar
el gasto social (así lo llaman) y tener políticas que compensen la situación de
hambre y miseria de los pueblos, eso si, con libre mercado y respetando la
propiedad privada de todos los burgueses.
¿De qué socialismo hablamos nosotros? Nuestra propuesta, en
Venezuela, con respecto al Socialismo es diferente. No creemos en la propiedad
privada pura, pues creemos en la propiedad colectiva o estatal de los Medios de
Producción. Esta es una diferencia notable, pues mientras gobiernos como el de
Zapatero auspician las privatizaciones, aquí nos hemos empeñado en que las
empresas de electricidad, agua, comunicaciones, recursos naturales, e incluso hasta nuestras carreteras, sean
públicas. No se niega la empresa privada, pero los Medios de Producción no
pueden estar privatizados. Otro aspecto es que mientras unos hablan de pacto
social y cómo el Gobierno debe equilibrar los intereses de los trabajadores y
empresarios, siendo el árbitro del conflicto, en Venezuela se piensa diferente.
El Gobierno NO ha tomado una postura de equilibrio, donde realmente no existe,
sino que más bien se ha parcializado hacia los trabajadores. Somos un Gobierno
obrerista, un Gobierno que respeta como nunca los derechos humanos, que es
profundamente democrático y que ha construido la primera Ley del Trabajo con un
enfoque obrerista y no patronal.
Podemos hablar de muchas diferencias entre el socialismo que
pregona la Internacional Socialista con el nuestro, pero en Venezuela los
ejemplos los tenemos más concretos y tienen que ver cómo los partidos
supuestamente de izquierda o socialista, tales como Acción Democrática, Un
Nuevo Tiempo, el MAS (Movimiento al Socialismo) y hasta Bandera Roja se han
alineado con el candidato de la Ultra Derecha, el defensor de la Oligarquía, el
Asalta Embajadas, el niñito bien de TFP (Tradición Familia y Propiedad, secta
pseudo religiosa y de orientación nazi fascista, que hizo vida activa en
Venezuela en los años 80). Cuando esos “socialistas” se pasan al bando de la
ultra derecha, entonces en ese momento es que decimos que esos son los
traidores de la clase obrera y los enemigos del pueblo.
Nuestro pueblo reconoce en el Comandante Chávez
al verdadero líder SOCIALISTA de esta Revolución y el ejemplo a seguir.
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