Ya he señalado anteriormente el grave problema de la Impunidad como factor que atenta contra la Revolución Bolivariana. Aquí se dio un Golpe de Estado en el 2002, y quienes lo hicieron siguen en Libertad. En ese mismo año, se dio un paro petrolero que ocasionó más de 20.000 millones de dólares en pérdidas, de las que nadie se hizo responsable y en donde no hubo tampoco responsables. El Tribunal Supremo de Justicia señaló que aquí no hubo Golpe de Estado sino que un grupo de militares, "preñados de buenas intenciones" aprovecharon un vacío de poder para instalarse brevemente en Miraflores. Y no pasó nada.
La impunidad continua a diario, y se ve en la forma en que los motorizados se han burlado de la nueva ley que intentó meterlos en cintura. ¿Quién no ve en cualquier esquina de Caracas, o en las Autopistas, cómo los motorizados incumplen con total impunidad las leyes de tránsito? ¿El colmo de la Impunnidad? Recordemos la entrevista de Marta Colomina al entonces Presidente del MAS, Felipe Mujica, cuando en pleno programa en la planta TELEVEN, el 28 de abril de 2003, este señor le menta la madre al Presidente de la República (ver http://www.youtube.com/watch?v=pIBUULEYAEw ). Por allí sigue ese señor como si nada. ¿ Y si hubiera hecho eso mismo en los EEUU con el Presidente de esa nación? simple, no estaría vivo.
Pero todas estas evidencias acerca de cómo la impunidad deja siempre ese sabor amargo, en donde en un esfuerzo de militancia uno traga fuerte y sigue adelante, toda esta impunidad se queda corta ante un tipo de conspiración que vivimos y que se puede llevar por delante a esta Revolución. Se trata de la Especulación.
Para nadie es un secreto cómo los precios de los artículos se incrementan de una manera desproporcionada y acelerada, sin que para nada tenga que ver con los avisos oficiales acerca de la inflación. Pongamos ejemplos. El caso de los carros: un vehículo que en otros países cuesta unos 20.000 $, en Venezuela llega a costar alrededor de 500.000 Bs, lo cual si se coloca el dólar libre y se suma el 50% de impuesto de importación, da que debería venderse en unos 240.000 Bs, sin embargo, se vende más del doble. Ni se diga los vehículos fabricados en el país. Una camioneta de una reconocida marca, cuesta 600.000 Bs cuando en el exterior su valor es de unos 30.000$, a pesar de que sus partes y piezas fueron importadas a dólar de CADIVI y con un impuesto de menos de un dígito por ser material de ensamblaje.
Pero esto no es sólo en los carros, sucede en los electrodomésticos, en la comida, en la ropa, pero el caso patético es en las medicinas, sobre todo si se ven las marcas: el Glucofage, medicamento necesario para los pacientes con diábetes, se consigue el de marca en 160 Bs, el genérico, que tiene exactamente lo mismo, cuesta 3 Bs. El acetaminofén, de 500 mg cuesta una caja de 20 pastillas unos 2 Bs. En el caso de algunas marcas, con la misma dosificación, llega a 30 Bs.
¿Hablamos de las viviendas? impagables, imposible de adquirirlas, salvo los que se puede conseguir a través del Gobierno, pero para la clase media, es imposible acceder, porque ciertamente la prioridad lo tienen quienes están damnificados o quienes no tienen nada en absoluto. Y no cuestiono esa prioridad porque es correcta, cuestiono la imposibilidad de acceder a un inmueble que tienen valores superiores a lo que se paga, al cambio, en plena ciudad de Nueva York. ¿Sabía usted que un alquiler de un apartamento en algunos sectores de Caracas es muy superior, al cambio, que lo que se paga por ejemplo en el centro de París?
¿El caso de las clínicas? Los seguros son la única posibilidad de la clase media de acceder a una operación, cuando no es posible hacerla en un hospital o en un CDI. No es posible pagar miles y miles de bolívares por una operación que en un par de horas realiza un médico. Es cierto que el médico estudió mucho para hacer esa operación pero los precios son exageradamente costosos, sin contar con las trampas que hacen las clínicas para operar o para incluir costos que realmente no se consumieron pero que ellos incluyen en sus facturas.
Como se evidencia de estos casos, en que los sectores de medicina, comida, vehículos, vivienda, vestido, están evidentemente inflados, se deduce que se esconde verdaderamente una conspiración contra la Revolución.
La conspiración consiste en debilitar el poder adquisitivo del pueblo venezolano, distorsionar la realidad económica del país, generar una espiral inflacionaria que arruine a la economía, y sobretodo, en golpear en paralelo y desde los medios de comunicación, a nuestra Revolución. Y esto se hace con total Impunidad. Este lunes 12 de diciembre, el Señor Alberto Ravell publica en su portal "La Patilla" una información en donde muestra una foto satelital de la fábrica Venirán, en donde se dice que allí se procesa uranio para que Irán pueda fabricar sus bombas atómicas. De acuerdo a la noticia publicada por este señor (ver http://www.lapatilla.com/site/2011/12/12/iran-busca-uranio-en-venezuela-para-desarrollar-su-programa-nuclear/ ) Irán estaría buscando uranio en Venezuela para seguir desarrollando su programa nuclear. Total Impunidad. No pasa nada. Allí sigue ese señor y su jefe, el que especula y da trabajo, sin ningún problema con la justicia.
Por estos hechos, justifico, apruebo y hasta aliento, cuando se han dado manifestaciones espontáneas en esos medios y han llegado, sin permiso, a protestar y a cuestionar la impunidad con que han actuado estos conspiradores.
La Especulación y la Impunidad son enemigos de los más importantes, en este momento, y quienes construyen la Conspiración.
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