martes, 22 de noviembre de 2011

La mentira imperial

De acuerdo a lo reseñado por las agencias internacionales de noticias, entre el 20 y 21 de noviembre de 2011, Francia pidió nuevas sanciones "a una escala sin precedentes" contra Irán, en respuesta a un supuesto programa nuclear para la construcción de armas de esta naturaleza. Dentro de las sanciones propuestas por Irán estarían la de dejar de comprar petróleo, y la congelación de los activos en el Banco Central.

"Mientras Irán desarrolla su programa nuclear, se niega a negociar y condena a su gente al aislamiento, Francia propone nuevas sanciones a una escala sin precedentes para convencer a Irán de que debe negociar", dijo un comunicado de la oficina del presidente Nicolas Sarkozy.
Pero Francia no se quedó sola en estas acciones, también lo hicieron Inglaterra y Canadá quienes bloquearon las transacciones de Irán. Por su parte, Hillary Clinton anunció también nuevas medidas contra Irán e instó a otros países a aplicar medidas duras contra la nación islámica. El presidente estadunidense Barack Obama emitió una orden que permite la imposición de sanciones a personas o entidades que vendan, renten o proporcionen a Irán bienes, servicios o tecnología que permita mantener o mejorar la capacidad petrolera de Irán o expandir su producción de productos petroquímicos.

La industria automotriz iraní

Esto es lo que configura un panorama de presión, condena y aislamiento contra Irán, porque se presume que están fabricando armas nucleares. Pero resulta que hasta ahora esto son sólo presunciones ya que no se ha podido comprobar que Irán esté fabricando estas armas. Por cierto, el parecido tan grande al caso de las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía Irak y que jamás fueron halladas, hace pensar que la imaginación del Imperialismo es cada vez más precaria.

Cuando se titula este artículo como "La mentira Imperial", no se hace referencia al hecho de que Irán esté o no fabricando armas nucleares. La mentira es otra, más sutil, más oculta, pero no por eso despoja del carácter hipócrita al imperialismo, sobre todo a Francia. La industria automotriz francesa, la cuarta exportadora en el mundo, se basa principalmente en dos grandes empresas: Renault y PSA (Peugeot-Citroën). Esta industria tiene fuertes lazos con la industria iraní, hasta el punto de que muchos modelos de estas dos empresas son fabricados en Iran.
 
La industria automotriz iraní, de las primeras también del mundo se basa en dos grandes empresas: Iran Khodro y Saipa, ambas con las teconologías de las empresas  PSA (Peugeot-Citroën) y Renault respectivamente. Estas empresas tienen no sólo grandes ensambladoras sino todo un complejo industrial de fabricación de partes y piezas, así como institutos de investigación y de formación de ingenieros automotrices. Por cierto, como dato curioso, y a diferencia de lo que se piensa en Occidente, gran cantidad de estas empresas son dirigidas por mujeres, ya que fueron las que estudiaron y se formaron para crear esa gran potencia industrial que es Irán, mientras los hombres se tuvieron que ir a la guerra promovida por el Imperialismo contra Irak. Otro dato curioso, la empresa automotriz iraní se desarrolló en los últimos 20 años, gracias a una agresiva política nacionalista de desarrollo industrial dirigida enteramente por la Revolución Iraní.

SAIPA
Como se demuestra entonces, la empresa automotriz francesa tiene estrechos lazos con la iraní, y un negocio que mueve excedentes por el orden de los 8,6 mil millones de euros, por eso no es posible que se ponga en peligro por estas suposiciones de armas nucleares, esta es la razón por la que Francia no menciona para nada que va a retirar los vehículos franceses que se fabrican en Irán, o que va a dejar los intercambios tecnológicos o científicos, o que va a traerse de vuelta a los cientros de ingenieros automotrices que se forman en Irán. Todos saben que las armas nucleares son una mentira y que serán los estadounidenses, la OTAN o la ONU quienes finalmente decidan qué se va a hacer con el caso de Irán, pero mientras, los negocios siguen y la fabricación de vehículos franceses en Irán no se va a detener.
¡ Así es el capitalismo:  hipócrita, mentiroso y  falso !

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