La energía que obtenemos del procesamiento del petróleo, el gas y otros tiene sus días contados. Podemos ahorrar y ser más eficientes en su uso, pero igual es una energía finita. La energía que proviene de otras fuentes, como la hidráulica, eólica, solar, geotérmica, química, etc. es menos aprovechable, más costosa y menos fácil de masificar. No queda otra fuente de generación de energía posible que la nuclear. Por eso la importancia estratégica del acuerdo que se firmó para la construcción de la primera central nuclear en el país, tras el encuentro de este viernes 15 de octubre de 2010, realizado en Moscú, entre el presidente venezolano y su homólogo ruso Dimitri Medvedev. Esta planta tendrá una capacidad de 500 megavatios de potencia.
El acuerdo fue suscrito con la Agencia rusa de energía atómica Rosatom y tiene como finalidad la generación de energía nuclear con fines estrictamente pacíficos. De esta manera la Revolución se adelanta y comienza a construir el futuro energético a largo plazo de Venezuela. Dándole un uso pacífico a la energía nuclear, seremos nuevamente modelo de cómo nuestro país se constituye en una tierra de paz y de progreso.
El Presidente Ruso, en relación a la importancia de este proyecto señaló: “Vemos este proyecto como muy positivo. Nosotros, la Federación de Rusia, creemos que el desarrollo de la energía nuclear es una estrategia prioritaria. Hemos construido centrales en diferentes países y no vemos por qué no han de surgir este tipo de centrales en Venezuela. Además, somos socios muy próximos y coincidimos en la importancia de la reducción de los precios de hidrocarburos".
Está todo dicho. Los años futuros son para configurar a Venezuela como Potencia Nuclear, como parte de la sexta directriz del Proyecto Nacional Simón Bolívar, (Venezuela: Potencia Energética Mundial) y en el marco de la Revolución Socialista que lleva adelante el pueblo venezolano.
Omar Gómez
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