En una sociedad de antagonismos, la dualidad se hace presente en múltiples aspectos. Y uno de ellos es el referente al Líder. Y es la existencia de un Líder sólo se da sobre la base de la existencia de los seguidores o los liderizados. Existe un Líder porque existen quienes son los liderizados. Es la misma categoría del Dirigente, que existe porque están los dirigidos. O la del Jefe que existe porque están los subordinados.
Es la esencia de una sociedad vertical, en la que un liderazgo colectivo o una dirección colectiva o simplemente una jefatura colectiva son imposibles de concebir.
En la extraordinaria obra "El Principito", existía un Rey cuya mayor obsesión era la de no tener súbditos a los cuales dar órdenes. Luego no era Rey. Cuando apareció el Principito, cualquier acción del mismo, era acompañada con una orden posterior del Rey, lo cual hacía que éste cumpliera nuevamente su deseo de serlo.
En una sociedad autogestionaria, el único Líder, de autoridad indiscutible e incuestionable, es el colectivo mismo. El liderazgo es colectivo, se va construyendo sobre la práctica diaria, es autocrítico y permanentemente va superándose.
Es la esencia de una sociedad vertical, en la que un liderazgo colectivo o una dirección colectiva o simplemente una jefatura colectiva son imposibles de concebir.
En la extraordinaria obra "El Principito", existía un Rey cuya mayor obsesión era la de no tener súbditos a los cuales dar órdenes. Luego no era Rey. Cuando apareció el Principito, cualquier acción del mismo, era acompañada con una orden posterior del Rey, lo cual hacía que éste cumpliera nuevamente su deseo de serlo.
En una sociedad autogestionaria, el único Líder, de autoridad indiscutible e incuestionable, es el colectivo mismo. El liderazgo es colectivo, se va construyendo sobre la práctica diaria, es autocrítico y permanentemente va superándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario