Omar Gómez
Antes era culpa de
Chávez, pero ahora, la crisis expresada en el desabastecimiento programado, la
inflación inducida, la inseguridad paramilitarista y la violencia terrorista es
indudablemente culpa de Maduro que dictatorialmente no se quiere dejar tumbar. No
importa que la mayoría del pueblo venezolano haya votado por él. Ese fue el
pueblo ignorante y marginal que no cuenta por no pertenecer a la sociedad
pensante. ¡Venezuela necesita elecciones! Eso sí, si la derecha pierde las
elecciones, será necesario pasar por las siguientes etapas: 1.- Drenar la rabia
2.- Desconocer al árbitro 3.- Pedir el reconteo 4.- Desconocer los resultados
5.- Volver a pedir elecciones. Es un ciclo que se debe repetir hasta que ganen
las elecciones. Ese ciclo no aplica en aquellos sitios en donde la Derecha gana
las elecciones y en donde el pueblo marginal e ignorante no le queda más
remedio que reconocer su derrota.
Reiteramos, hasta
que Maduro no renuncie, o no se deje tumbar, la derecha no dejará de protestar.
Y ni se le ocurra postularse él o algún otro chavista a nuevas elecciones y que
además gane. Eso sería trampa, la idea es que Maduro se deje tumbar y que no
participe el chavismo en ninguna otra elección, de manera que puedan ser
democráticas, limpias, transparentes y agradables a la OEA, a los gringos, a
los medios de comunicación y a la República del este del este.
Por tanto, la
derecha exige democráticamente que Maduro renuncie y se vaya, que el chavismo
desaparezca y que los terroristas de Chacao y Altamira no sean reprimidos
cuando destruyan a la ciudad.
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