Rafael Febles
Es realmente deprimente y produce mucha impotencia lo que tiene tiempo
ocurriendo con el incremento de los precios con lo cual no se hace casi
nada, por no decir nada. Vamos a tomar solo dos rubros o casos muy
particulares que si los confrontamos con los costos reales no se
encuentra explicación alguna.
Por una parte, el caso de la ropa y el calzado y el otro caso es el
referido a los medicamentos, material médico quirúrgico y las Clínicas
Privadas, con estos ejemplos podemos deducir el comportamiento de otros
sectores y rubros de productos. Esta situación pone en evidencia la
influencia directa de la distorsión monetaria que ocurre de nuestra
moneda y la dependencia de los precios de un dólar frenético y criminal
surgido de una página que ya conocemos.
En el caso de la ropa y el calzado, es vertiginoso el incremento dado en
un tiempo que a todas luces está desbocado y sin justificación
económica y/o científica y que ha colocado la demanda en una situación
que deriva en una parálisis tremenda y que ha conducido a muchos
negocios a cerrar puertas o cambiar de ramo, un par de zapatos por mucha
marca que tenga en un precio de cincuenta mil hasta cien mil bolívares
representa un exhabrupto inconmesurablemente delincuencial , unos
zapaticos de goma para un niño de cuatro años no baja de los quince mil
bolívares.
En cuanto las medicinas, material médico quirúrgico y las Clínicas
Privadas, el caso es realmente alarmante e igualmente preocupante por
tratarse de la salud de l@s
ciudadanos; las medicinas y los insumos para producirlos en el país han
estado siempre bajo régimen preferencial, lo que señala a las claras
que no tienen nada que ver con el precio final, acá si hay que exigir
una verdadera explicación a los importadores (Laboratorios, etc), y por
supuesto a las autoridades que han otorgado miles de millones de dólares
sin seguimiento y control alguno. Exactamente igual ocurre con el
material médico quirúrgico e insumos para laboratorio y análisis de
exámenes diversos.
En el caso de las Clínicas Privadas, en su gran mayoría han sobrepasado
intencionalmente los límites de la cobertura de pólizas sean privadas o
HCM es decir colectivas, lo que por lógica matemática si se quiere ha
obligado a las aseguradoras a incrementar el precio de las pólizas
exponencialmente. Ahora, la situación es igualmente atentatoria en el
cobro de las clínicas y los honorarios médicos por consulta o
intervenciones quirúrgicas de cualquier tipo, se está produciendo una
escalada casi a diario, donde luego de fijar la Carta Aval o el
Presupuesto de Clínica y Honorarios, modifican el precio hacia arriba,
generalmente con un excedente de hasta el 50% en algunos casos y se ha
dado el caso de levantar de la cama al paciente porque no ha cubierto el
total de ese excedente como ocurrió hace poco en una reconocida Clínica
ubicada en Chuao, donde al paciente le dijeron que había un excedente
de doscientos sesenta mil bolívares, estando ya preparado en cama para
intervención, la indignación fue mayor cuando de enteró que era por
concepto de honorarios de la médico, como no hay mal que por bien no
venga, el paciente desistió de clínica y médico y al consultar a otro
especialista, este le informó que su caso no ameritaba intervención.
Como podemos observar el fenómeno que está sucediendo, nos llama a
reflexión y a la vez y ya casi como nivel de indignación podemos
concluir, que en las Clínicas Privadas como siempre con honrosas
excepciones, ya no existen los pacientes, sino que son tratados si al
haber vamos como Clientes.
Evidentemente que hay una distorsión en la fijación de precios y los
casos tratados en este artículo deben ser incluídos como de primera
necesidad, sencillamente porque en la calle debemos estar vestidos y
calzados, los medicamentos se requieren para sanar y las Clínicas son
lugares para curar y no para producir malestar.
Y el Estado y su representante que es el gobierno debe hacer lo
conducente para poner punto final a esta distorsión porque de eso se
trata.
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