jueves, 11 de febrero de 2016

La inconcebible alianza del Chavismo con EEUU y el Reino Unido



Bernardo Ancidey
Lo que hasta ahora parecía una fantasía política, parece volverse realidad. Las ideas promovidas por el Comandante Chávez comienzan a infiltrarse en las sociedades inglesa y estadounidense, y tal parece que recogen el sentir y las aspiraciones de millones de ciudadanos de estas dos naciones. Cada día que pasa y más y más blancos anglosajones de EEUU y el Reino Unido declaran su defensa por la no injerencia en los asuntos externos de otros países, el que sus Gobiernos no sigan actuando como policías del mundo, levantan las banderas por un sistema universitario inclusivo,  sanidad pública universal para que el acceso sea igualitario y de calidad, el enfrentamiento a las multinacionales, la lucha contra el cambio climático con el fin de proteger al planeta, la protección a los derechos de la mujer, los inmigrantes, los afrodescendientes, las comunidades sexo diversas, la lucha contra la desigualdad económica y la democratización de sus sociedades secuestradas por las oligarquías financieras de Wall Street en Nueva York y La City en Londres. Y lo que es más sorprendente aún, un creciente interés de los jóvenes de dichos países por una palabra que parecía haber desaparecido de su mundo: socialismo.

Dos hombres lideran estos procesos, en EEUU, Bernard Sanders, candidato demócrata a la Presidencia y en el Reino Unido, Jeremy Bernard Corbyn, líder del Partido Laborista. Ambos comulgan con ideas de la socialdemocracia de izquierda y si bien esto tal vez no parezca la gran cosa, tratándose de las sociedades inglesas y estadounidense, esto es un paso realmente significativo, mucho más allá de las esperanzas que en su momento se tuvo con Obama.

Es así porque la trayectoria de ambos como activistas y parlamentarios los coloca siempre “en el lado correcto de la historia” como le gusta decir a los políticos gringos. A diferencia de Obama que se presentó como liberal cuando en realidad siempre apoyó las políticas guerreristas de los Bush, estos dos sujetos que se declaran socialistas, vienen de una militancia activa en contra de las guerras imperiales en Irak y Afganistán y de los planes de austeridad anti clase obrera de sus países; y se han manifestado a favor de las renacionalizaciones de empresas públicas  y por la derogación de las medidas tributarias que benefician a los más ricos.

El cómo ambos han podido llegar tan lejos, se debe a las rendijas democráticas que todavía existen en estas sociedades gobernadas por el puño de hierro del bipartidismo burgués, lo cual permitió que en las elecciones internas del Partido Laborista participaran los simpatizantes y en el caso de EEUU el microfinanciamiento de un millón de personas a la candidatura demócrata de Bernard Sanders.

Al igual que Chávez en sus inicios, el crecimiento se produce a partir de los millones de descontentos de estos países que históricamente no votan por no sentirse representados por los asépticos candidatos del “establishment” inglés o estadounidense. Y son, al igual que en su momento lo fueron Podemos y Syriza (hoy lamentablemente traidores a sí mismo), expresiones políticas del descontento anti-capitalista en el propio seno de las metrópolis.

Para los venezolanos, ahogados en nuestras dificultades internas, es esencial no perder de vista la visión estratégica de que nuestro enemigo, el capitalismo, es mundial y por tanto así mismo debe ser la confrontación. Ellos están fuertemente organizados en poderosísimas alianzas políticas (internacionales amarillas, el Club Bilderberg o la UE), económicas (FMI, Banco Mundial, BCE y TTIP) y militares (OTAN). Frente a ellos el internacionalismo, con las honrosísimas excepciones de las iniciativas del Comandante Chávez, luce débil y desorganizado.

Es evidente que no será posible una victoria decisiva sobre el capitalismo, sino hermanamos nuestras luchas con las luchas que europeos y estadounidenses realizan por una mayor justicia en el mundo. De modo que es una tarea ineludible desarrollar fuertes lazos con estos movimientos más allá de los resultados electorales. Algo que fue muy bien comprendido por el Comandante Chávez en su momento, de allí su permanente acercamiento con la gente común, cada vez que tuvo oportunidad de visitar ciudades en esos países.

Es de recordar que la victoria de Vietnam o de Mandela en Sudáfrica,  solo fueron posible llevando la lucha hasta las propias calles de Europa y de los EEUU, cuando millones de personas de estos países se movilizaron en contra de sus propios gobiernos. Igual tarea tenemos pendientes los venezolanos y los latinoamericanos, no podremos vencer si no llevamos nuestras luchas hasta el propio centro del capitalismo mundial. Y en esa tarea los movimientos liderados por mis tocayos son nuestros aliados naturales.


Bernardo Ancidey
bernardo.ancidey@gmail.com

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