Omar Gómez
En enero de
2011 se publicó un documento trascendental del PSUV llamado "Líneas
Estratégicas de Acción Política". Son cinco Líneas en donde la primera es "De
la Cultura Política Capitalista a la Militancia Socialista". Luego de los
resultados electorales del pasado 6D, es imprescindible una revisión de qué es
la Militancia Socialista y en qué se ha convertido la militancia en el PSUV.
En primer
lugar, es importante que se sinceren las cifras dentro del PSUV. Cuando el
partido se constituyó, se anunció que habían más de siete millones de
militantes. Esa fue una primera falsedad histórica, pues es harto conocido que
muchos funcionarios, en aras de congraciarse con sus superiores, obligaron a
sus subordinados a inscribirse en el partido, y en otros casos simplemente
pasaron las nóminas laborales sin ni siquiera consultar a los trabajadores si
querían pertenecer al partido. No sucedió en todas partes pero por haber
ocurrido en algunos sitios se genera una duda razonable sobre la militancia. Hubo
otras personas que se inscribieron con la idea del arribismo y de beneficiarse
del clientelismo político.
En segundo
lugar, y continuando con las mentiras, el pasado mes de diciembre se estuvo
mostrando unas cifras de patrulleros que superaban los ocho millones. Hasta el
Presidente Maduro expresó, tal vez con ingenuidad, que llegaríamos a los 10
millones de patrulleros inscritos. Sólo algunas voces aisladas se alzaron para
decir que los patrulleros inscritos no iban a garantizar igual caudal de votos
porque el sistema permitía repetir hasta tres veces a los patrulleros, y porque
al final, en una carrera desesperada por llegar a los 10 millones se volvió a
inscribir las patrullas laborales con las nóminas de los organismos del Estado,
en donde sabemos, hay una mayoría opositora.
La verdad,
por más dura que sea, es esencial para construir un Partido y debe ser uno de
los valores con los cuales se construya la militancia socialista. Con la verdad
podemos construir la honestidad y la claridad en los principios que pregona el
PSUV. Y con la verdad podemos hacer un gran ejercicio de crítica y
rectificación que nos permita constituirnos en un verdadero Partido Revolucionario,
porque, hay que decirlo para no faltar a la verdad, en este momento no lo
somos.
El PSUV está
penetrado por los mismos problemas que presenta el Gobierno, en donde el
clientelismo, el nepotismo, el amiguismo, la competencia y el individualismo no
permiten que trascendamos como Partido Revolucionario. Debemos hacer un
ejercicio urgente de honestidad y desprendimiento en la práctica
revolucionaria. El PSUV debe dejar de ser un Partido Gobiernero, electoral y
con horario de oficina, y constituirse en un Partido Revolucionario en
constante proceso de formación, de trabajo y de movilización. Cuántas veces no
he mencionado, como demostración de esto, que en 17 años de Revolución el PSUV
jamás ha marchado a la embajada gringa, centro de la conspiración y de la
guerra económica contra nuestra Patria.
Entristece
tener que hacer estas críticas, duras, a través de los espacios digitales y no
en un debate abierto dentro del PSUV. He allí elementos necesarios para pasar
de la Cultura Política Capitalista a la Militancia Socialista, aquella en donde
la Ética sea esencial, en donde el estudio y la formación sea permanente, en
donde el acompañamiento a los procesos organizativos del Poder Popular sea
constante, en donde haya presencia total en las luchas sociales, y en donde el
Partido sea vanguardia en la transformación de patrones de consumo, en la lucha
contra el individualismo y el egoísmo, y en donde reivindiquemos nuestras
raíces históricas. El Partido debe ser como Chávez.
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