Omar Gómez
El
papel fundamental del Poder Popular es ser el sujeto constructor del Socialismo
en Venezuela. El Poder Popular a través de sus instrumentos tales como los
Consejos Comunales y las Comunas deben asumir en lo concreto la Construcción
del Socialismo, orientando al pueblo en el proceso de empoderamiento de toda la
sociedad y desarrollando las nuevas relaciones que serán la base de esa nueva
sociedad que construimos. La victoria del Pueblo venezolano en la Guerra
Económica pasa, por ejemplo, por el papel activo que desarrolle el Poder
Popular en dicha Guerra. Las comunas productivas deben aportar, junto al gran
aparato productivo industrial que desarrolla el Estado, en el logro de la satisfacción
real de las necesidades que tiene nuestra población. Es claro que el
Capitalismo nos crea falsas necesidades, necesidades del mercado, con las
cuales moldean nuestros hábitos, nuestros patrones de consumo, nuestros valores
y hasta nuestra visión del mundo global. En la autopista del este, a la altura
del distribuidor El Pulpo, hay un anuncio de una bebida gaseosa que dice "primero
te creamos la sed, luego te la quitamos". Es la confesión más cruda y
cínica del Capitalismo.
En
el aspecto de la economía y la producción, el Socialismo se basa en tener una
economía centralizada y altamente planificada que permita balancear y tomas las
decisiones estratégicas acertadas que requiere la sociedad en su conjunto. Por
tal razón junto con los Consejos Comunales y las Comunas debe haber un gran
articulador que trascienda lo local y se ubique en la perspectiva de lo
nacional. Es aquí en donde entra en juego el Consejo Presidencial para las
Comunas. Allí debe centralizarse toda la información económica que permita dar
orientaciones globales a la economía y a la planificación nacional,
complementándose con la Industria nacional, tanto pública como privada.
Pero
junto al tema económico está el tema cultural, en donde la construcción del
Socialismo requiere, como lo decía el Ché, la formación del Hombre Nuevo. Para
esto es importante que el Poder Popular, a través de sus instrumentos logre
convertir cada espacio en una zona de paz, con los valores de la solidaridad y
la cooperación como principios rectores, con la supremacía del bien colectivo
por encima del bien individual, con nuevos esquemas y patrones de consumo que
superen los creados por el capitalismo y que se redescubran nuestras raíces
originarias y nuestra sabiduría milenaria. Ese poder para ser verdaderamente
popular, está llamado a difundir y a construir el Socialismo en cada espacio,
en cada Comuna, con el Plan de la Patria como guía fundamental y con las cinco
revoluciones como orientación práctica. No es posible que en los actuales
momentos tengamos venezolanos defendiendo las posturas de Uribe con respecto al
cierre de nuestras fronteras, simplemente porque no tienen ni un ápice de
patriotismo, ni siquiera de cultura general. El Poder Popular debe estar ahí,
generando opinión y contrarrestando los juicios de la Derecha.
Como
bien decía nuestro comandante, somos un pueblo que se crece con las
dificultades, por eso es el momento de que el Poder Popular asuma las tareas de
lograr la producción masiva de nuestros bienes, de crear nuevas relaciones de producción colaborativas,
en propiciar el valor del trabajo como fundamental en el Socialismo, de organizar
los intercambios justos y sobre todo en generar la voluntad de formarse, de
conocer nuestra historia y de lograr la cooperación con nuestros hermanos regionales.
Estos elementos nos pueden llevar a la irreversibilidad de nuestra Revolución
constituyéndonos en el verdadero Poder hegemónico.
Actualmente
vivimos el drama de que la Revolución detenta el Poder Político pero no es aún
la clase Hegemónica, la que genera los valores dominantes y la que puede dictar
pautas morales y éticas en nuestra sociedad. Es aquí en donde entra en juego el
Partido de la Revolución, el PSUV, quien puede y debe impulsar, desde lo
concreto, desde la base del Poder Popular la construcción del Socialismo venezolano,
el Socialismo del Siglo XXI y derrotando la barbarie del Capitalismo. El PSUV
debe propiciar la organización popular y la difusión de nuestro mensaje socialista que, incluso, convenza a esos más de cinco
millones de desplazados colombianos que viven en Venezuela, huyendo del horror
de la oligarquía colombiana pero que, sin embargo, condenan mayoritariamente al
Gobierno Revolucionario que les ha dado casa, educación, salud y mejores
condiciones generales de vida. Es tarea del PSUV politizar e ideologizar a esas
grandes mayorías, de colombianos y venezolanos, que actualmente se encuentran alienadas,
engañadas, confundidas y apoyando a sus
verdugos.