En toda Revolución hay una Quinta Columna. Y la nuestra no se queda atrás. Desde que el Comandante llegó al poder de la mano soberana del pueblo venezolano, la Quinta Columna, QC, empezó a actuar. Inicialmente y como lo ha dicho el propio Presidente, tratando de endulzar, de enamorar, de conciliar con nuestro Comandante, pero este no cayó en la trampa. Posteriormente la QC se hizo pública y arremetió en aquel convulsionado año del 2002, en donde fraguó un Golpe de Estado y luego un Sabotaje Petrolero que llevaron casi a la pérdida de la Revolución, en donde casi asesinan al Presidente y en donde la nación perdió decenas de miles de millones de dólares.
En la actualidad la QC opera de otra forma. Soterrada, mimetizada, disfrazada. Hay que saber diferencia quiénes son esa QC y para eso debemos profundizar en nuestra historia y en nuestra formación ideológica. El lenguaje, como expresión material del pensamiento, y la escritura como representación de ese lenguaje, se constituyen en las pruebas que tenemos para identificar a los QC.
Cuando se escucha a personas hablar de elementos que apuntan a la desigualdad, a la individualidad, a la competencia, al consumismo y al autoritarismo, en ese momento estamos escuchando a una QC. La Revolución se lleva en el día a día, se construye a diario, con nuestro trabajo y también con nuestras acciones cotidianas. No sómos Revolucionarios sólo por asistir a una marcha o simplemente porque lo decimos. La militancia y el compromiso, se demuestran en la práctica, desde las pequeñas acciones hasta las mas trascendentes.
No puede ser Revolucionario quien, ostentando un alto cargo, maltrata a su personal, o se come una luz, o pide comisiones en una obra, o engaña a su pareja o maltrata a sus hijos o abandona a sus padres. Quienes lo hacen son caldo de cultivo para esa QC que conspira, que identifica, que busca y que organiza a los que pudieran dar un salto de talanquera para luego comprometerlos en la conspiración. A cuántos no escuchamos que por perder el trabajo ya no están con el Presidente, o porque no le dan un determinado bien o servicio, o quienes no logran una posición de poder, entonces con la mayor desfachatez anuncian que se van, que saltan la talanquera. Allí está el "Gato" Briceño, diciendo que si seguimos por este camino lo que nos queda es el Comunismo. de esa manera trata de congraciarse con la ultraderecha, atacando el comunismo y repitiendo como loro lo "malo" que esto es.
La fuerza de la Qc está en la capacidad de identificar a estos que son susceptibles de pasarse para el enemigo, de traiciona, o simplemente, de obstaculizar la labor de Gobierno. La manera de enfrentar esta QC es entonces, con la conciencia, con la formación tanto teórica como práctica, con iniciativas como la misión Saber y Trabajo, y por supuesto, bebiendo de las fuentes directas de la Revolución, esto es, las enseñanzas del Comandante Chávez.
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