Omar Gómez
En otras oportunidades he escrito
sobre la necesidad de celebrar adecuadamente el Día del Estudiante y no del “estudiante
universitario”. Ya hemos cometido algunos errores cuando señalamos o nombramos instituciones, hechos,
fechas, etc, producto de aquello que
señalaba Mao Tse Tung: "el burgués
que todos llevamos dentro". Un caso típico es cuando se usó la
denominación “Ministerio de Educación Superior” y no “Ministerio de Educación
Universitaria”. Pero igual, la Revolución es un aprendizaje permanente y en eso
estamos.
Sin embargo, con lo del día del
estudiante “universitario”, no se ha avanzado, sino al contrario, se ha
retrocedido. Recuerdo las exposiciones brillantes, principalmente del Profesor y Revolucionario Julio Escalona (*), clamando
por la justa dimensión de la fecha. Para
eso cita el decreto número 436, publicado en la Gaceta Oficial No. 25.818 del 21 de noviembre de 1958, bajo el Gobierno de
la Junta presidida por Edgar Sanabria. A pocos meses de haber sido derrocada la
tiranía se decretaba que:
"Art. 1°- Celébrese el Día
del Estudiante el 21 de noviembre de cada año."
Así, a secas, sin connotaciones
adicionales de grado, nivel u otro. Era un tributo a las luchas estudiantiles
contra la feroz dictadura de Pérez Jiménez que llevaron a cabo muchos
estudiantes entre ellos los del Liceo Fermín Toro, el Liceo Andrés Bello, la
Escuela Normal Miguel Antonio Caro, el Liceo Luis Razzeti, el Liceo Caracas y
por supuesto la Universidad Central de Venezuela, por tan solo nombrar aquellos
que combatieron decididamente en la ciudad de Caracas. Ellos fueron el germen de la huelga iniciada el 21 de
noviembre de 1957, por muchos estudiantes a nivel nacional y que claramente fue
una estocada al régimen (bien usada esta palabra en este contexto).
Este homenaje se entendía como un
agradecimiento por la importancia de la acción desarrollada por los
estudiantes, quienes pagaron con sangre
y presidio la valentía de sus actos. La
Junta de Gobierno de entonces lo plasmó en uno de los considerandos del Decreto
aludido que expresaba: "es un
deber del Gobierno señalar y enaltecer aquellas fechas significativas de la
lucha del pueblo venezolano por la consolidación de un orden democrático y el
establecimiento de un Estado de Derecho".
De una manera muy aguda señala el
Prof. Julio Escalona, que es a partir del año 2006 cuando empieza a
secuestrarse la fecha para quitarle el carácter general de estudiante y
enclaustrarla en “estudiante universitario”. Es un intento de desvirtuar la
profunda protesta popular de entonces, lo que ha sido aprovechado por la derecha que
está adueñada de algunas Universidades, como el caso de la UCV, para quitarle su
carácter clasista y revolucionario. Con
esto se intenta cambiar la historia, reescribirla para adaptarla a los
intereses de la derecha. Chávez nos enseñó la verdadera historia, a descubrirla
y a gritarla a los cuatro vientos. Como
dijo Bolívar: “El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz y se nos quiere
volver a las tinieblas”
(*) Julio Escalona (27/11/2014. )Día del Estudiante: contra la falsificación de la historia. En Aporrea: https://www.aporrea.org/educacion/a198947.html