Cuando las relaciones entre dos países no están basadas en los principios de reciprocidad, igualdad y justicia, es necesario revisar si la relación es o no conveniente a los intereses nacionales. Es igual que cuando se tiene una relación con una pareja: si de una parte hay amor, dulzura y atenciones, pero de la otra hay desplantes, altanería y rechazos, entonces hay que revisar la relación, porque lo más probable es que sea necesario o el cambio drástico o la terminación de dicha relación. Si se continúa en esa relación lo que se hace es cultivar el sadomasoquismo más genuino: vergonzoso para el masoquista y molesto para el sádico, quien golpea y ultraja a la pareja con su propia anuencia.
En nuestro caso con Colombia, tenemos una especie de matrimonio que se parece en algunos casos a esa relación sadomasoquista, y en donde al parecer, no hay vientos de cambios en la misma. Veamos por qué se afirma esto.
El 23 de abril, el periodista y Director de Anncol, solicitado por el Gobierno de Colombia, pisa el territorio venezolano. Ante una petición del Presidente colombiano, nuestro país, en una muestra de diligencia y rapidez digna de otros fines, pone al Sr. Pérez Becerra en un avión y lo envía directamente a Colombia. El Gobierno colombiano necesitaba a Pérez Becerra y Venezuela, con rapidez extraordinaria, lo entregó el mismo día. Por el contrario, el 19 de agosto de 2010, el "presunto" narcotraficante y asesino, Walid Makled es detenido en Colombia cuando huía de la justicia venezolana. Pero el Gobierno de Colombia no lo entrega enseguida. Primero tenían que estudiar jurídicamente su situación. Tenían que ver también la petición de los EEUU que reclamaban a Makled también. El 25 de marzo de 2011, SIETE (7) meses después, la Corte Suprema Colombiana decide que Makled sea extraditado a Venezuela. Ah, pero antes lo tenían que interrogar los EEUU, y con eso quedaban bien con uno y con el otro. Es decir, Colombia nos dice que nos lo extradita, pero ya va, primero lo interrogan los EEUU, y eso sin consultarnos, y nosotros sin protestarlo. Este lunes 9 de mayo, más de un mes después de la decisión de la Corte Suprema, finalmente llega Makled a Venezuela. Bastante igualitario el trato ¿no?
Pero resulta que esto no es un caso aislado. Ya Venezuela ha extraditado a ocho colombianos en lo que va de año a Colombia, varios de ellos vinculados a grupos progresistas. Pero nosotros no nos hemos preocupado por investigar o tomarnos el tiempo necesario para realizar nuestras investigaciones. Basta con que salga el Presidente Santos pidiendo algo para que salgamos corriendo a cumplirle. Le hacemos asi el juego al Imperialismo y dejamos desamparados a los diversos grupos progresistas que buscan acabar con la dictadura de la oligarquía colombiana que tiene al hermano país sumido en una guerra sangrienta con miles de refugiados en nuestro país.
Si analizamos la balanza comercial, los tratados comerciales, incluso la política expansionista de Colombia, que a lo largo de muchos años nos despojó de miles de kilómetros cuadrados de nuestro territorio, si estudiamos como industrialmente nos han reducido nuestra capacidad de desarrollo, cómo nos invaden con mercancías provenientes del Imperio y del TLC con certificados de origen falsos, en fin, si vemos cómo es la relación nuestra con Colombia, podemos concluir que se parece mucho a la relación sadomasoquista que se describía al principio.
Por eso va este repudio a esa relación, a hacer notar que la oligarquía colombiana pretende tumbar a nuestro gobierno, como parte del mandato Imperial, que esa oligarquía sigue oprimiendo y persiguiendo al pueblo trabajador y luchador. Recordemos que Colombia es un país que está dividido, con dos estados beligerantes, con un movimiento insurreccional que está completamente enfrentado, tanto en lo político como en lo militar contra esa oligarquía, y que a pesar de lo que se dice, ese movimiento, cincuenta años después, sigue vivo y luchando por las transformaciones de Colombia.
Esperamos que estas líneas no impliquen calificativos de contrarrevolucionario, similares a los que se decían cuando años atrás el movimiento popular denunciaba el entreguismo y la traición de Miquilena, o cuando se denunciaba que el ex-Presidente Uribe no era amigo ni de Venezuela ni del Presidente Chávez, tal como se dijo en muchas oportunidades. El pueblo siempre tiene la razón, y sabe que ni Uribe ni Santos son amigos de Venezuela ni del Presidente Chávez.
¡Que no se nos olvide: Colombia era también la patria de Bolívar, mientras que la Oligarquía Colombiana y su Gobierno son los que intentaron asesinarlo, los que lo desterraron de la Patria, los que dividieron la Gran Colombia, y son los que en la actualidad, sirven de anfitriones a Pedro Carmona Estanga, el último dictador de Venezuela!
¡¡ Patria Socialista o Muerte... Venceremos !!