lunes, 26 de octubre de 2015

Marea Socialista ¿de cual crisis hablan?

Rafael Febles
La verdad que quisiera entender a la gente que se dice de la verdadera izquierda chavista, no se trata de ignorar lo sano que puedan ser sus propuestas, es solo que, me agradaría que se dedicaran de lleno a descubrir los intringulis sumergidos en el ataque interno y externo al país y al gobierno que preside Nicolás Maduro en lugar de no perder oportunidad de hacer planteamientos en contra de la posición del gobierno contra la canalla mediática nacional e internacional, al respecto le hago las siguientes preguntas: En primer lugar, porqué si el gobierno nacional se enfrenta a una confabulación diaria de parte de factores internos y externos, ustedes se dedican a deslucir las políticas públicas de defensa de la Inversión Social y un ataque sistemático al Presidente Maduro, la pregunta: Luego de Maduro quien?, ustedes tienen la envergadura suficiente para vislumbrar en el horizonte o se trata solo de la concepción de un socialismo irreal en el contexto internacional ,o es que acaso la geopolítica se maneja en un solo contexto sin medición de fuerzas a favor y en contra, si responden estas interrogantes de manera concreta de lo particular a lo general o dicho en términos de Jhon Stuart Mill “ Una buena idea práctica, una buena vez que ha encontrado a alguien que la defienda, se extiende en nuestros días con rapidez asombrosa”, es por ello, que la voluntad humana por decir cosas inútiles e irreales asombra a propios y extraños, de tal manera si estoy de acuerdo con algo tengo que defenderlo siempre y cuando corresponda a la realidad concreta y no a algo abstracto.

Con respecto al último párrafo podemos entonces asumir que si se habla de crisis habría que definir si es la sistémica o circunstancial venezolana donde el país es agredido por fuerzas externas comandadas por el imperialismo y ante lo cual en este momento histórico que atravesamos si actuamos de buena fe, con sentido común y lejos de posiciones protagónicas irrelevantes con al alto contenido de egoísmo político, debemos cerrar filas y no entorpecer la dialéctica maltusiana de la existencia.

Si en verdad existiera una crisis tal cual ustedes manifiestan, como se explica el alto ingreso por tributos internos, lease ISLR, IVA, etc; si hubiera crisis real como entender el alto nivel de empleo y las altas cifras de ventas y consumo que actualmente son signos de cualquier economía sana, lo otro es producto de la guerra económica y la instalación de una nueva actitud ante esa guerra, como lo es el acaparamiento, la escasez y el incremento desmedido de los precios producto de la tardía modificación de la Ley de Precios Justos y el establecimiento de un nuevo esquema de cambios que elimine algunas ventajas innecesarias en productos que no lo requieren.

viernes, 23 de octubre de 2015

¡Por favor tengan un mínimo de coherencia ideológica!

 Bernardo Ancidey
Recientemente han salido diversas noticias en los cuales se habla de programas dirigidos a estudiantes “CON ALTO COEFICIENTE INTELECTUAL” apoyados por instituciones públicas de educación, ciencia y tecnología. Entiendo que se trata de jóvenes talentosos a los que interesa formarlos como científicos o ingenieros de alto nivel, lo cual es una iniciativa que saludo. Lo que me molesta, es el uso descuidado de términos como “Coeficiente Intelectual”, dado que el mismo es expresión de la quimérica idea de aquellos que creen que la inteligencia es una “cosa” que la gente tiene o no, y la cual puede ser medida “científicamente” en base a exámenes.

Esta idea, apoyada por organismos públicos, es la misma que han utilizado todos los apóstoles de las pruebas de aptitud o de ingreso a las universidades y contra las cuales ha luchado el Chavismo desde 1999. De modo que es poco menos que una gigantesca incoherencia, decir que es bueno acabar con las pruebas de ingreso a las universidades y luego salir a los cuatro vientos a decir que se desarrollan programas para jóvenes con “alto coeficiente intelectual”.

Lo que muestran estos “deslices” es la desnudez intelectual e ideológica de alguna gente que actualmente ocupa cargos en el Gobierno. Así que le pido a los que estando en el Gobierno, en especial en educación, ciencia y tecnología y que todavía tienen vergüenza revolucionaria, que detengan este discurso neoliberal a favor del “coeficiente intelectual”, porque están llevando agua a caudales al molino de la derecha universitaria venezolana.

Para conocer un poco más sobre el descrédito científico de la medición de la inteligencia y cómo la derecha a nivel mundial ha manipulado la psicometría para sostener sus políticas raciales y discriminatorias contra pobres, negros, indios, judíos, y a todo aquel que consideren inferior, les recomiendo el libro de Stephen Jay Gould, La falsa medida del hombre. Y en cuanto al carácter excluyente de las pruebas de ingreso en Venezuela y su fundamento ideológico, mi propia investigación, la cual puede descargarse en el siguiente link:

bernardo.ancidey@gmail.com

Una Guerra sin Sangre



Omar Gómez
Buena parte del discurso que los revolucionarios damos al país se centra en la Guerra que el Imperialismo ha declarado a nuestra Revolución. Por eso declaramos constantemente que se ha desatado todo un conjunto de acciones entre las que se encuentran el contrabando, la especulación, la escasez e inflación inducidas,  el paramilitarismo con su carga brutal de asesinatos y terrorismo, los ataques a nuestra moneda, el bloqueo financiero internacional, la campaña mediática sostenida a través de los medios nacionales e internacionales, la operación tenaza a nuestro territorio atacando por Guyana y Colombia, en fin, son muchas las acciones que desarrolla el Imperialismo para derrotar a nuestra Revolución.

¿Cuál ha sido la respuesta del Pueblo? La vimos el domingo 28 de julio cuando salió masivamente a votar en las elecciones internas del PSUV para sorpresa del enemigo y hasta de nuestros mismos dirigentes. Pero también la vimos el domingo 18 de octubre con la participación en el simulacro para las elecciones. Además, el sólo hecho de que se haya mantenido la paz en todo el territorio nacional es muestra fehaciente de la conciencia del pueblo venezolano que sabe que esta enorme crisis es producto de una Guerra del Imperialismo contra la Revolución.

Sin embargo, se escucha con sorpresa, las quejas de algunas personas comprometidas con la Revolución, quienes manifiestan que han tenido que cambiar sus hábitos alimenticios, que no soportan las colas, que no se consigue nada, que Maduro no ha hecho nada, que ya no pueden seguir así, etc, etc. Y todas esas declaraciones que desembocan en amenazas de dejar la Revolución no hacen sino ahondar en la profunda sorpresa que en si misma provocan. ¿Cómo es que estamos hablando de una Guerra del Imperialismo y esa Guerra no nos va a afectar?

Hay quienes han venido declarando sobre la fortaleza que hay que tener, sobre enfrentarse a los gringos y a la burguesía, sobre lo aguerridos que somos, pero….al faltarles el papel higiénico ya lo quieren abandonar todo. ¿Son estos dirigentes los que estarían al frente el día de una Invasión? ¿o van a decir que defenderán la Patria pero con la condición de que no les disparen, que participan en la defensa pero con un horario, respetando sus horas de almuerzo y sin que les toquen los fines de semana?

Hay otros dirigentes o intelectuales, de esos cuya tribuna son los medios de comunicación, que han venido echándole la culpa de nuestras dificultades al Presidente Maduro. Que Chávez hubiera hecho esto o que Chávez no habría decidido tal cosa. Son los que quieren que nos coma el tigre, porque realmente no sabemos con exactitud lo que nuestro Comandante habría hecho, pero de lo que si tenemos certeza, es que el Comandante supo identificar a la persona más capacitada para continuar con su legado. ¿Por qué no asumen directamente lo que piensan diciendo que en el fondo no creían en el Comandante y que además se equivocó eligiendo a Nicolás Maduro?

Lo cierto es que no se concibe una Guerra sin sangre, ni sufrimientos, ni dolores. Quienes crean que las agresiones del Imperialismo no lo tocarán, y que se puede hacer la Revolución sin un rasguño, pueden serguir soñando como aquellos guerrilleros que combatían en las montañas del Jardín Botánico, para luego salir a hacer trabajo de masas en los cafetines y en la noche tirar pintas dentro de la UCV.