miércoles, 28 de enero de 2009

El triunfalismo

No queda la menor duda de que este proceso electoral que se avecina para el 15 de febrero de 2009 era innecesario si se hubiese ganado la propuesta de Reforma Constitucional del 2007. En aquel 2 de diciembre la abstención producto del triunfalismo fue quien se unió a la oposición para derrotar la propuesta revolucionaria. Para nada resultó ser un rechazo de la mayoría de la población venezolana, ni fue una victoria de la oposición. Mas bien fue, como lo dijo el Presidente, una derrota por forfeit, una derrota por no habernos presentado completo, como un todo, en las urnas electorales. Pero fue también un llamado a sincerar cifras que alegremente se emiten.
Se dijo, por ejemplo, que teníamos más de 7 millones de inscritos en el PSUV. Pues bien, responsablemente digo, como aspirante a militante, y como miembro de un batallón, que hubo muchos compañeros que fueron obligados a inscribirse. Hubo Ministerios en los que se pasó el listado para que los funcionarios se inscribieran. Algo parecido a lo que hacen algunos funcionarios cuando obligan a sus subordinados a ir a las marchas y se ponen en la misma a pasar lista con tal de quedar bien con sus jefes. Esos mismos funcionarios ayudaron con su torpeza a aumentar la abstención. Desde una posición jerárquica es más fácil imponer que convencer, y eso hicieron.
Por eso, es imperante que se logre convencer, que se logre propagandizar la necesidad de continuar en Revolución. Y esta Revolución sólo la garantiza, por los momentos, el Presidente Chávez. De no poder reelegirse, es probable que estemos ante el comienzo del fin de este proceso. Porque es sabido por muchos que no hay sucesor, por ahora, del Presidente.
Este domingo 15 de febrero el pueblo tiene que ser convocado enteramente, tiene que garantizarse el transporte y la logística necesaria para que los ciudadanos que se encuentran en los sitios más inaccesibles, y lejos de los centros de votación, puedan votar. No podemos volver a perder por forfeit. "Necesario es vencer"

jueves, 22 de enero de 2009

¿Represión Estudiantil?

Los medios de comunicación de la oposición, o más bien, las empresas de radio, tv y prensa que están con la oposición, o que son de ella, en fin.... han estado divulgando la idea de una supuesta y feroz represión del Gobierno Nacional contra estos inocentes y pacíficos estudiantes. Pues bien, ninguna evidencia fotográfica ha podido demostrar lo que es la represión. Se han mostrado imágenes que indican cómo los cuerpos de seguridad han dispersado las concentraciones con métodos completamente ajustados a la ley.
Han utilizado agua y gases, contra manifestantes que, algunos con armas, han lanzado objetos contundentes y han preparado verdaderos arsenales de bombas molotov.
Estos sifrinitos, cuya actividad de moda ahora es participar en estas marchas, sin saber por qué, no conocen el verdadero significado de lo que es la represión. Y no se les puede culpar por esto. Al contrario, es un logro del Gobierno Revolucionario, que los jóvenes de hoy no sepan lo que es la represión. Lo criticable es que estos "hijitos de papá" no se den un paseíto por la historia e investiguen un poco cómo fue la verdadera represión en el pasado. Sin ir muy lejos, allí están frescas las imágenes de la PM de Alfredo Peña cuando tenía órdenes de usar verdaderas armas de guerra contra los manifestantes, a diferencia de lo que muestran las imágenes en la actualidad: agua y gases.
En los años de luchas por la conquista del pasaje estudiantil, o contra los asesinatos perpetrados por el Gobierno en Yumare, Cantaura, El Amparo, o por presupuesto digno, la cantidad de estudiantes muertos se contaba por decenas. Luego se sucedían las noches de terror, con los allanamientos y los desaparecidos, incluyendo aquellos que inexplicablemente caían "víctimas" del hampa.
Lo peor de todo esto, es que casi nada salía en los medios de comunicación social. Los estudiantes de esa época tenían vedados espacios como la tv y la radio. Por eso se acudía a acciones espectaculares, efectistas y de alto impacto, como por ejemplo tomar el estadium en pleno juego Caracas-Magallanes, o trancar autopistas de manera simultánea. Eran los tiempos en que no se tenían las facilidades del correo electrónico o el celular. Y no había el financiamiento tampoco a dichas luchas, todo se hacía con la creatividad, el entusiasmo y el compromiso desinteresado de un gran grupo de jóvenes revolucionarios que vivían bajo la dictadura del bipartidismo.
Por eso, hoy al ver a estos sifrinitos llorando porque les echaron gas lacrimógeno, o porque los policías los vieron feo, no puedo más que pensar que realmente son unos "hijitos de papá" buscando qué hacer, tratando de encontrarle un sentido a la vida, y tratando de trascender más allá del facebook.

Omar Gómez